Cada quien sabrá !!!
Disfrutando de lo q realmente vale la pena : mis vicios
Hoy más q nunca
Despúes de ver este blog ,
De esto no tengo dudas
Cuando la vida te niega una cosa ... es porque te tiene preparado algo mejor . Lo cual no tengo dudas .
lunes, 22 de noviembre de 2010
Fecha 15 : Boca 2 Arsenal 1
Boca venció a Arsenal con sufrimiento y tomó oxígeno
El Xeneize, con Pompei como técnico interino, mejoró la actitud y se impuso por 2-1 en la Bombonera. Sergio Araujo (PT 27m) y Martín Palermo (ST 29m) marcaron para el anfitrión, que compensó sus desprolijidades con entrega para volver a ganar luego de tres partidos. Los de Sarandí anotaron por intermedio de Lisandro López (ST 4m) y derrocharon varias chances para empatar.
Boca derrotó por 2-1 a Arsenal en la Bombonera, en uno de los duelos válidos por la 15ª fecha del Torneo Apertura, y pudo dibujarse una pequeña sonrisa luego de la dolorosa caída en el Superclásico y la renuncia de Claudio Borghi. Con Roberto Pompei nuevamente como entrenador interino, el Xeneize esgrimió mayor actitud y venció a un batallador rival, que hizo méritos para empatar pero careció de contundencia. La derrota dejó a los de Sarandí a ocho puntos del líder Estudiantes.
En el amanecer del encuentro, Boca exhibió la misma desidia que le sobró en la derrota del martes ante River. El 4-3-1-2 confeccionado por el Tito combinó fragilidad defensiva y una alarmante falta de ideas a la hora de lanzar ataques. El anfitrión no supo sacarle réditos a la posesión del balón y dejó al desnudo su preocupante anemia futbolística. Por su parte, Arsenal lució mejor parado en los primeros minutos con su clásica solidez y un novedoso tridente ofensivo, compuesto por Luciano Leguizamón, Matías Alustiza y Mauro Obolo.
A los 3 minutos, Obolo sacó provecho de una posición adelantada y venció a Javier García, pero el gol fue correctamente anulado. Enseguida, Cristian Chávez sorprendió a todos con un remate desde muy lejos y Cristian Campestrini debió esforzarse para enviar la pelota al córner. En un contexto muy mediocre, el Pochi fue el único que intentaba asociarse y generar fútbol. La otra vía de ataque del Xeneize fueron las trepadas de Clemente Rodríguez, aunque Arsenal no se apartó de su habitual orden y amenazó en las réplicas. Leguizamón, a espaldas de Medel y de frente a Cellay, metió miedo en cada intervención.
Pero el desarrollo del encuentro comenzó a mutar a los 21, cuando el juvenil Sergio Araujo reemplazó al lesionado Lucas Viatri. Con un hambre de gol voraz, el delantero comenzó a exigir a la defensa de Arsenal y mostró una actitud ejemplar. Y a los 27 se sacó las ganas: tomó la pelota tras un mal despeje, eludió la marca con categoría en el área grande y definió con un notable derechazo. Fue el primer tanto en Primera de la gran promesa del Xeneize. Tras la conquista, Boca dejó a un lado su apatía y justificó su ventaja. Araujo se cansó de presionar a los defensores, Chávez lastimó con un par de pases profundos, Clemente fue salida por izquierda y hasta Cellay se animó a proyectarse. Un poco de aire fresco…
La tranquilidad de Boca se esfumó tan rápido como había llegado. El zaguero Lisandro López le ganó a Cellay en un tiro libre y logró el empate a los cuatro minutos del complemento. Cuando el equipo de Pompei terminó de asimilar el golpe, decidió ir a todo o nada por los tres puntos. Como resultado, el partido se convirtió en un intenso ida y vuelta. A los nueve, Araujo recibió un gran pase de Giménez y definió apenas afuera. Y más tarde, un disparo del ex Tigre forzó una buena respuesta de Campestrini.
Arsenal también respondió con un centro de Leguizamón que Obolo no conectó por milímetros. Y a los 28, el ex Vélez se relamió con el 2-1, pero los defensores despejaron la pelota sobre la línea. En la misma jugada, García también aportó un manotazo salvador para sostener el empate parcial. Boca respiró aliviado y se rió de su suerte. Un minuto después, Palermo se encontró con el balón luego de un rebote en Battaglia y no perdonó. Fue el séptimo gol del Titán en el Apertura, un tanto vital para respaldar al local en el momento decisivo del duelo.
El epílogo lo mostró más incisivo a Arsenal, que vendió cara su derrota y soñó hasta último momento con descontarle algún punto a Estudiantes. En las situaciones más claras, Obolo estrelló un remate en el palo derecho de García, Choy González falló de frente al arco y Leguizamón demoró una eternidad en definir una jugada. En el cierre, Araujo desbordó por izquierda y encontró a Palermo, cuyo cabezazo fue encontrado milagrosamente por Campestrini. No hubo tiempo para más y Boca alzó los brazos para aplaudir a su gente. Si bien no hubo notables mejorías futbolísticas, esta vez el Xeneize puso corazón y amor propio. El tiempo dirá si este encuentro será el primer paso para la recuperación, o si se convertirá en un grito aislado en el medio de la crisis.
El Xeneize, con Pompei como técnico interino, mejoró la actitud y se impuso por 2-1 en la Bombonera. Sergio Araujo (PT 27m) y Martín Palermo (ST 29m) marcaron para el anfitrión, que compensó sus desprolijidades con entrega para volver a ganar luego de tres partidos. Los de Sarandí anotaron por intermedio de Lisandro López (ST 4m) y derrocharon varias chances para empatar.
Boca derrotó por 2-1 a Arsenal en la Bombonera, en uno de los duelos válidos por la 15ª fecha del Torneo Apertura, y pudo dibujarse una pequeña sonrisa luego de la dolorosa caída en el Superclásico y la renuncia de Claudio Borghi. Con Roberto Pompei nuevamente como entrenador interino, el Xeneize esgrimió mayor actitud y venció a un batallador rival, que hizo méritos para empatar pero careció de contundencia. La derrota dejó a los de Sarandí a ocho puntos del líder Estudiantes.
En el amanecer del encuentro, Boca exhibió la misma desidia que le sobró en la derrota del martes ante River. El 4-3-1-2 confeccionado por el Tito combinó fragilidad defensiva y una alarmante falta de ideas a la hora de lanzar ataques. El anfitrión no supo sacarle réditos a la posesión del balón y dejó al desnudo su preocupante anemia futbolística. Por su parte, Arsenal lució mejor parado en los primeros minutos con su clásica solidez y un novedoso tridente ofensivo, compuesto por Luciano Leguizamón, Matías Alustiza y Mauro Obolo.
A los 3 minutos, Obolo sacó provecho de una posición adelantada y venció a Javier García, pero el gol fue correctamente anulado. Enseguida, Cristian Chávez sorprendió a todos con un remate desde muy lejos y Cristian Campestrini debió esforzarse para enviar la pelota al córner. En un contexto muy mediocre, el Pochi fue el único que intentaba asociarse y generar fútbol. La otra vía de ataque del Xeneize fueron las trepadas de Clemente Rodríguez, aunque Arsenal no se apartó de su habitual orden y amenazó en las réplicas. Leguizamón, a espaldas de Medel y de frente a Cellay, metió miedo en cada intervención.
Pero el desarrollo del encuentro comenzó a mutar a los 21, cuando el juvenil Sergio Araujo reemplazó al lesionado Lucas Viatri. Con un hambre de gol voraz, el delantero comenzó a exigir a la defensa de Arsenal y mostró una actitud ejemplar. Y a los 27 se sacó las ganas: tomó la pelota tras un mal despeje, eludió la marca con categoría en el área grande y definió con un notable derechazo. Fue el primer tanto en Primera de la gran promesa del Xeneize. Tras la conquista, Boca dejó a un lado su apatía y justificó su ventaja. Araujo se cansó de presionar a los defensores, Chávez lastimó con un par de pases profundos, Clemente fue salida por izquierda y hasta Cellay se animó a proyectarse. Un poco de aire fresco…
La tranquilidad de Boca se esfumó tan rápido como había llegado. El zaguero Lisandro López le ganó a Cellay en un tiro libre y logró el empate a los cuatro minutos del complemento. Cuando el equipo de Pompei terminó de asimilar el golpe, decidió ir a todo o nada por los tres puntos. Como resultado, el partido se convirtió en un intenso ida y vuelta. A los nueve, Araujo recibió un gran pase de Giménez y definió apenas afuera. Y más tarde, un disparo del ex Tigre forzó una buena respuesta de Campestrini.
Arsenal también respondió con un centro de Leguizamón que Obolo no conectó por milímetros. Y a los 28, el ex Vélez se relamió con el 2-1, pero los defensores despejaron la pelota sobre la línea. En la misma jugada, García también aportó un manotazo salvador para sostener el empate parcial. Boca respiró aliviado y se rió de su suerte. Un minuto después, Palermo se encontró con el balón luego de un rebote en Battaglia y no perdonó. Fue el séptimo gol del Titán en el Apertura, un tanto vital para respaldar al local en el momento decisivo del duelo.
El epílogo lo mostró más incisivo a Arsenal, que vendió cara su derrota y soñó hasta último momento con descontarle algún punto a Estudiantes. En las situaciones más claras, Obolo estrelló un remate en el palo derecho de García, Choy González falló de frente al arco y Leguizamón demoró una eternidad en definir una jugada. En el cierre, Araujo desbordó por izquierda y encontró a Palermo, cuyo cabezazo fue encontrado milagrosamente por Campestrini. No hubo tiempo para más y Boca alzó los brazos para aplaudir a su gente. Si bien no hubo notables mejorías futbolísticas, esta vez el Xeneize puso corazón y amor propio. El tiempo dirá si este encuentro será el primer paso para la recuperación, o si se convertirá en un grito aislado en el medio de la crisis.
Fecha 15 : Gimnasia 0 Velez 0
Vélez no pudo quebrar a Gimnasia y otra vez es escolta
Fue 0-0, en La Plata. Las individualidades del Fortín no lograron hacer la diferencia y generaron muy pocas chances de peligro ante un Lobo aguerrido y bien plantado en defensa. De esta manera, el equipo de Gareca se ubicó a dos unidades del único líder, Estudiantes.
Vélez sólo pudo disfrutar durante una semana las mieles de la cima del torneo Apertura, que otra vez quedó en poder de Estudiantes. El equipo de Gareca igualó 0-0 ante Gimnasia en un partido pobre, con escasas situaciones de peligro, y nuevamente se ubicó como el único escolta, a dos unidades del Pincha, que recibió la mano menos esperada.
El conjunto visitante casi golpea en el comienzo: a los 3, el local salió muy mal desde el fondo, Martínez la robó, encaró y definió abajo, pero Monetti, quien reemplazó al lesionado Sessa, respondió de buena manera. El Fortín hizo pesar sus individualidades y su juego colectivo en el inició del primer tiempo y se adueñó de la pelota.
Sin embargo, no logró inquietar demasiado. Zapata y Razzotti se cansaron de cortar y dominaron el medio, pero los de arriba no desequilibraron. Silva se perdió entre los centrales del Lobo, Martínez y Moralez nunca ganaron en la personal y Pappa -a los 23 salió lesionado e ingresó Díaz- no hizo la diferencia con sus proyecciones.
Gimnasia trabajó bien en el aspecto defensivo y a partir de los 30 se animó a salir un poco. A los 30, Córdoba probó con un tiro débil que se perdió lejos y cinco más tarde, Rojano cabeceó por arriba tras un centro cruzado. Además, a los 42, Aued, el mejor del equipo platense, disparó desde fuera del área y Barovero se lució.
Ya en el complemento, Vélez volvió a colocarse el traje de protagonista y dominó a voluntad la pelota, pero otra vez careció de precisión, de velocidad y de sorpresa en los metros finales y se vio obligado a probar desde lejos. Intentaron Maxi Moralez, Silva y Cistaldo, quien sustituyó a Augusto Fernández, pero sus disparos se perdieron por arriba.
Gareca se la jugó por completo con el ingreso del Churri por el ex mediocampista de River y este le puso algo de pimienta a la ofensiva, pero no fue suficiente. Una de las más claras la generó justamente el héroe de la victoria ante Banfield: picó habilitado tras un pase de Maxi, la tiró por arriba de Monetti y Fontanello llegó a despejar ante el ingreso de Silva.
El árbitro Pittana dio cinco minutos más y el Fortín intentó por arriba, aunque sin suerte. Sobre el final lo volvió a tener Ricky Álvarez, quien había sido determinante ante Lanús con ese disparo desde afuera del área. El volante apareció solo por el segundo palo luego de un cabezazo de Silva, pero pifió el remate de derecha. Fue 0-0. Vélez, otra vez escolta.
Fue 0-0, en La Plata. Las individualidades del Fortín no lograron hacer la diferencia y generaron muy pocas chances de peligro ante un Lobo aguerrido y bien plantado en defensa. De esta manera, el equipo de Gareca se ubicó a dos unidades del único líder, Estudiantes.
Vélez sólo pudo disfrutar durante una semana las mieles de la cima del torneo Apertura, que otra vez quedó en poder de Estudiantes. El equipo de Gareca igualó 0-0 ante Gimnasia en un partido pobre, con escasas situaciones de peligro, y nuevamente se ubicó como el único escolta, a dos unidades del Pincha, que recibió la mano menos esperada.
El conjunto visitante casi golpea en el comienzo: a los 3, el local salió muy mal desde el fondo, Martínez la robó, encaró y definió abajo, pero Monetti, quien reemplazó al lesionado Sessa, respondió de buena manera. El Fortín hizo pesar sus individualidades y su juego colectivo en el inició del primer tiempo y se adueñó de la pelota.
Sin embargo, no logró inquietar demasiado. Zapata y Razzotti se cansaron de cortar y dominaron el medio, pero los de arriba no desequilibraron. Silva se perdió entre los centrales del Lobo, Martínez y Moralez nunca ganaron en la personal y Pappa -a los 23 salió lesionado e ingresó Díaz- no hizo la diferencia con sus proyecciones.
Gimnasia trabajó bien en el aspecto defensivo y a partir de los 30 se animó a salir un poco. A los 30, Córdoba probó con un tiro débil que se perdió lejos y cinco más tarde, Rojano cabeceó por arriba tras un centro cruzado. Además, a los 42, Aued, el mejor del equipo platense, disparó desde fuera del área y Barovero se lució.
Ya en el complemento, Vélez volvió a colocarse el traje de protagonista y dominó a voluntad la pelota, pero otra vez careció de precisión, de velocidad y de sorpresa en los metros finales y se vio obligado a probar desde lejos. Intentaron Maxi Moralez, Silva y Cistaldo, quien sustituyó a Augusto Fernández, pero sus disparos se perdieron por arriba.
Gareca se la jugó por completo con el ingreso del Churri por el ex mediocampista de River y este le puso algo de pimienta a la ofensiva, pero no fue suficiente. Una de las más claras la generó justamente el héroe de la victoria ante Banfield: picó habilitado tras un pase de Maxi, la tiró por arriba de Monetti y Fontanello llegó a despejar ante el ingreso de Silva.
El árbitro Pittana dio cinco minutos más y el Fortín intentó por arriba, aunque sin suerte. Sobre el final lo volvió a tener Ricky Álvarez, quien había sido determinante ante Lanús con ese disparo desde afuera del área. El volante apareció solo por el segundo palo luego de un cabezazo de Silva, pero pifió el remate de derecha. Fue 0-0. Vélez, otra vez escolta.
Fecha 15 : Racing 1 Quilmes 1
Racing dejó dos puntos importantes frente a Quilmes
En Avellaneda, el equipo de Russo igualó 1-1 con el Cervecero y no pudo cumplir el objetivo de entrar en zona de Copa Libertadores tras la derrotas de Newell´s y Banfield. Cerro puso en ventaja a la visita, mientras que Hauche sentenció el resultado. Los dos lo tuvieron sobre el final.
Racing tuvo la oportunidad de meterse en zona de Copa Libertadores ante las derrotas de Newell´s y Banfield, pero sólo pudo empatar como local frente al necesitado Quilmes y la dejó escapar. Los dos tuvieron chances para ganarlo sobre el final y brindaron un segundo periodo emotivo, pese a que por momentos jugaron realmente mal y se equivocaron mucho.
Aunque el equipo conducido por Miguel Ángel Russo tuvo más tiempo la pelota en la primera parte y mostró algunas cosas interesantes por la izquierda con el juvenil José Luis Fernández y por el medio con el manejo de Patricio Toranzo, careció de precisión y de ideas en los metros decisivos para quebrar a la defensa visitante, que en ciertos pasajes entregó algunas facilidades. Sin embargo, a la Academia le faltó pausa para encontrar los caminos y golpear.
Giovanni Moreno se recostó sobre todo por la derecha, pero recibió pocos cambios de frente y en las pocas que estuvo mano a mano, no logró desnivelar. Además, casi no aportó en el armado del juego. Gabriel Hauche se mostró picante con la bola al pie por la derecha, pero también cayó en algunas lagunas. La más clara la tuvo justamente el Demonio, quien quedó de cara al arco tras una sutil asistencia de Bieler y definió muy cerca del poste.
El Cervecero, de la mano de un movedizo Santiago Raymonda, se animó de contra y complicó bastante. A los 10, Francisco Cerro corrió de arco a arco tras un córner del rival y la adelantó frente a Jorge De Olivera; a los 20, Diego Torres mandó un centro al segundo palo y Matías Cahais evitó el gol ante la llegada de Pablo Garnier; y a los 25, Marcos Cáceres cerró justo a tiempo luego de un envío de Raymonda y ante el ingreso de Juan Morales.
El complemento comenzó con una media vuelta de Garnier que obligó a una muy buena respuesta de De Olivera y continuó con un centro de Fernández para la cabeza de Hauche, quien totalmente solo la tiró afuera. Arrancó movido y así fue hasta el cierre, con dos equipos que pudieron ganarlo y perderlo por aciertos adelante, pero sobre todo por serios errores defensivos.
A los 24, la primera emoción. Morales pivoteó y tocó para Caneo, quien la punteó para la diagonal de Cerro; el volante le ganó la posición a Aveldaño y definió abajo para el 1-0. Sin embargo, tres más tarde, Bieler peinó un largo pelotazo, Fontanini falló en el cruce, Hauche se gambeteó a Hernán Galíndez y decretó el empate.
Ya con la lluvia como protagonista importante y Racing totalmente jugado -Russo colocó a Pablo Lugüercio por Bruno Zuculini antes del gol cervecero-, se hizo de ida y vuelta y los dos tuvieron una clara para ganarlo. A los 44, Moreno metió un muy buen pase para el Payaso, este la picó y el balón viajó lentamente para estrellarse en el palo. Y a los 47, Cerro volvió a quedar mano a mano y su definición se fue pegada al palo.
En Avellaneda, el equipo de Russo igualó 1-1 con el Cervecero y no pudo cumplir el objetivo de entrar en zona de Copa Libertadores tras la derrotas de Newell´s y Banfield. Cerro puso en ventaja a la visita, mientras que Hauche sentenció el resultado. Los dos lo tuvieron sobre el final.
Racing tuvo la oportunidad de meterse en zona de Copa Libertadores ante las derrotas de Newell´s y Banfield, pero sólo pudo empatar como local frente al necesitado Quilmes y la dejó escapar. Los dos tuvieron chances para ganarlo sobre el final y brindaron un segundo periodo emotivo, pese a que por momentos jugaron realmente mal y se equivocaron mucho.
Aunque el equipo conducido por Miguel Ángel Russo tuvo más tiempo la pelota en la primera parte y mostró algunas cosas interesantes por la izquierda con el juvenil José Luis Fernández y por el medio con el manejo de Patricio Toranzo, careció de precisión y de ideas en los metros decisivos para quebrar a la defensa visitante, que en ciertos pasajes entregó algunas facilidades. Sin embargo, a la Academia le faltó pausa para encontrar los caminos y golpear.
Giovanni Moreno se recostó sobre todo por la derecha, pero recibió pocos cambios de frente y en las pocas que estuvo mano a mano, no logró desnivelar. Además, casi no aportó en el armado del juego. Gabriel Hauche se mostró picante con la bola al pie por la derecha, pero también cayó en algunas lagunas. La más clara la tuvo justamente el Demonio, quien quedó de cara al arco tras una sutil asistencia de Bieler y definió muy cerca del poste.
El Cervecero, de la mano de un movedizo Santiago Raymonda, se animó de contra y complicó bastante. A los 10, Francisco Cerro corrió de arco a arco tras un córner del rival y la adelantó frente a Jorge De Olivera; a los 20, Diego Torres mandó un centro al segundo palo y Matías Cahais evitó el gol ante la llegada de Pablo Garnier; y a los 25, Marcos Cáceres cerró justo a tiempo luego de un envío de Raymonda y ante el ingreso de Juan Morales.
El complemento comenzó con una media vuelta de Garnier que obligó a una muy buena respuesta de De Olivera y continuó con un centro de Fernández para la cabeza de Hauche, quien totalmente solo la tiró afuera. Arrancó movido y así fue hasta el cierre, con dos equipos que pudieron ganarlo y perderlo por aciertos adelante, pero sobre todo por serios errores defensivos.
A los 24, la primera emoción. Morales pivoteó y tocó para Caneo, quien la punteó para la diagonal de Cerro; el volante le ganó la posición a Aveldaño y definió abajo para el 1-0. Sin embargo, tres más tarde, Bieler peinó un largo pelotazo, Fontanini falló en el cruce, Hauche se gambeteó a Hernán Galíndez y decretó el empate.
Ya con la lluvia como protagonista importante y Racing totalmente jugado -Russo colocó a Pablo Lugüercio por Bruno Zuculini antes del gol cervecero-, se hizo de ida y vuelta y los dos tuvieron una clara para ganarlo. A los 44, Moreno metió un muy buen pase para el Payaso, este la picó y el balón viajó lentamente para estrellarse en el palo. Y a los 47, Cerro volvió a quedar mano a mano y su definición se fue pegada al palo.