Racing dejó dos puntos importantes frente a Quilmes
En Avellaneda, el equipo de Russo igualó 1-1 con el Cervecero y no pudo cumplir el objetivo de entrar en zona de Copa Libertadores tras la derrotas de Newell´s y Banfield. Cerro puso en ventaja a la visita, mientras que Hauche sentenció el resultado. Los dos lo tuvieron sobre el final.
Racing tuvo la oportunidad de meterse en zona de Copa Libertadores ante las derrotas de Newell´s y Banfield, pero sólo pudo empatar como local frente al necesitado Quilmes y la dejó escapar. Los dos tuvieron chances para ganarlo sobre el final y brindaron un segundo periodo emotivo, pese a que por momentos jugaron realmente mal y se equivocaron mucho.
Aunque el equipo conducido por Miguel Ángel Russo tuvo más tiempo la pelota en la primera parte y mostró algunas cosas interesantes por la izquierda con el juvenil José Luis Fernández y por el medio con el manejo de Patricio Toranzo, careció de precisión y de ideas en los metros decisivos para quebrar a la defensa visitante, que en ciertos pasajes entregó algunas facilidades. Sin embargo, a la Academia le faltó pausa para encontrar los caminos y golpear.
Giovanni Moreno se recostó sobre todo por la derecha, pero recibió pocos cambios de frente y en las pocas que estuvo mano a mano, no logró desnivelar. Además, casi no aportó en el armado del juego. Gabriel Hauche se mostró picante con la bola al pie por la derecha, pero también cayó en algunas lagunas. La más clara la tuvo justamente el Demonio, quien quedó de cara al arco tras una sutil asistencia de Bieler y definió muy cerca del poste.
El Cervecero, de la mano de un movedizo Santiago Raymonda, se animó de contra y complicó bastante. A los 10, Francisco Cerro corrió de arco a arco tras un córner del rival y la adelantó frente a Jorge De Olivera; a los 20, Diego Torres mandó un centro al segundo palo y Matías Cahais evitó el gol ante la llegada de Pablo Garnier; y a los 25, Marcos Cáceres cerró justo a tiempo luego de un envío de Raymonda y ante el ingreso de Juan Morales.
El complemento comenzó con una media vuelta de Garnier que obligó a una muy buena respuesta de De Olivera y continuó con un centro de Fernández para la cabeza de Hauche, quien totalmente solo la tiró afuera. Arrancó movido y así fue hasta el cierre, con dos equipos que pudieron ganarlo y perderlo por aciertos adelante, pero sobre todo por serios errores defensivos.
A los 24, la primera emoción. Morales pivoteó y tocó para Caneo, quien la punteó para la diagonal de Cerro; el volante le ganó la posición a Aveldaño y definió abajo para el 1-0. Sin embargo, tres más tarde, Bieler peinó un largo pelotazo, Fontanini falló en el cruce, Hauche se gambeteó a Hernán Galíndez y decretó el empate.
Ya con la lluvia como protagonista importante y Racing totalmente jugado -Russo colocó a Pablo Lugüercio por Bruno Zuculini antes del gol cervecero-, se hizo de ida y vuelta y los dos tuvieron una clara para ganarlo. A los 44, Moreno metió un muy buen pase para el Payaso, este la picó y el balón viajó lentamente para estrellarse en el palo. Y a los 47, Cerro volvió a quedar mano a mano y su definición se fue pegada al palo.
En Avellaneda, el equipo de Russo igualó 1-1 con el Cervecero y no pudo cumplir el objetivo de entrar en zona de Copa Libertadores tras la derrotas de Newell´s y Banfield. Cerro puso en ventaja a la visita, mientras que Hauche sentenció el resultado. Los dos lo tuvieron sobre el final.
Racing tuvo la oportunidad de meterse en zona de Copa Libertadores ante las derrotas de Newell´s y Banfield, pero sólo pudo empatar como local frente al necesitado Quilmes y la dejó escapar. Los dos tuvieron chances para ganarlo sobre el final y brindaron un segundo periodo emotivo, pese a que por momentos jugaron realmente mal y se equivocaron mucho.
Aunque el equipo conducido por Miguel Ángel Russo tuvo más tiempo la pelota en la primera parte y mostró algunas cosas interesantes por la izquierda con el juvenil José Luis Fernández y por el medio con el manejo de Patricio Toranzo, careció de precisión y de ideas en los metros decisivos para quebrar a la defensa visitante, que en ciertos pasajes entregó algunas facilidades. Sin embargo, a la Academia le faltó pausa para encontrar los caminos y golpear.
Giovanni Moreno se recostó sobre todo por la derecha, pero recibió pocos cambios de frente y en las pocas que estuvo mano a mano, no logró desnivelar. Además, casi no aportó en el armado del juego. Gabriel Hauche se mostró picante con la bola al pie por la derecha, pero también cayó en algunas lagunas. La más clara la tuvo justamente el Demonio, quien quedó de cara al arco tras una sutil asistencia de Bieler y definió muy cerca del poste.
El Cervecero, de la mano de un movedizo Santiago Raymonda, se animó de contra y complicó bastante. A los 10, Francisco Cerro corrió de arco a arco tras un córner del rival y la adelantó frente a Jorge De Olivera; a los 20, Diego Torres mandó un centro al segundo palo y Matías Cahais evitó el gol ante la llegada de Pablo Garnier; y a los 25, Marcos Cáceres cerró justo a tiempo luego de un envío de Raymonda y ante el ingreso de Juan Morales.
El complemento comenzó con una media vuelta de Garnier que obligó a una muy buena respuesta de De Olivera y continuó con un centro de Fernández para la cabeza de Hauche, quien totalmente solo la tiró afuera. Arrancó movido y así fue hasta el cierre, con dos equipos que pudieron ganarlo y perderlo por aciertos adelante, pero sobre todo por serios errores defensivos.
A los 24, la primera emoción. Morales pivoteó y tocó para Caneo, quien la punteó para la diagonal de Cerro; el volante le ganó la posición a Aveldaño y definió abajo para el 1-0. Sin embargo, tres más tarde, Bieler peinó un largo pelotazo, Fontanini falló en el cruce, Hauche se gambeteó a Hernán Galíndez y decretó el empate.
Ya con la lluvia como protagonista importante y Racing totalmente jugado -Russo colocó a Pablo Lugüercio por Bruno Zuculini antes del gol cervecero-, se hizo de ida y vuelta y los dos tuvieron una clara para ganarlo. A los 44, Moreno metió un muy buen pase para el Payaso, este la picó y el balón viajó lentamente para estrellarse en el palo. Y a los 47, Cerro volvió a quedar mano a mano y su definición se fue pegada al palo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario