Un empate que condenó a Atlético y hundió a Central
Igualaron 2-2 en Tucumán: el Decano se fue al descenso y el Canalla perdió terreno en su lucha por salir de la Promoción. Los goles del local, que terminó con diez hombres por la expulsión de Rodrigo Herrera, los hizo Luis Rodríguez (PT 2m y ST 6m) y los de la visita Emilio Zelaya (PT 20m) y Milton Caraglio (ST 12m).
Si ganaba Atlético tomaba aire en su búsqueda del milagro para salvarse del descenso, si festejaba Central mantenía la distancia con Racing en su lucha por salir de la Promoción. Pero un empate sí que garantizaba caras largas de ambos lados. Por eso, el 2-2 que protagonizaron en Tucumán fue un mal negocio para ambos aunque sobre todo para el Decano, que con el aliento de su gente como telón de fondo se condenó a pasar la próxima temporada en el Torneo Nacional. Los tucumanos arrancaron con el pie en el acelerador a fondo, empujados por su gente. De todas formas, antes de hilar un dominio sostenido, se encontraron con un gol madrugador: Emanuel Gigliotti se la abrió hacia la derecha a César Montiglio, quien mandó un centro para que, tras un rebote, Luis Rodríguez sacara un remate que llegó a tocar Hernán Galíndez sin evitar su destino de red. Pero esa voluntad inicial de los de Mario Gómez empezó a flaquear cuando los rosarinos se pararon mejor en el mediocampo. Creció Matías Ballini y comenzó a asociarse con Gervasio Núñez para obtener más peso en tres cuartos de cancha. Este último fue el primero en apurar a Lucas Ischuk y, a los 20, llegó el premio para la visita: Milton Caraglio escapó por izquierda y mandó un centro fuerte para que Emilio Zelaya la empujara ante un sorprendido arquero. Cerca del descanso, ya con un conjunto de Leonardo Madelón como claro protagonista, Núñez volvió a amenazar con un tiro libre desde la derecha que pasó muy cerca. El comienzo del complemento fue a todo trapo en emociones. Caraglio eludió a Ischuk y Javier Páez salvó en la línea, y a los seis recibió la Pulga Rodríguez por derecha, paró la pelota con el hombro derecho y definió cruzado para el segundo. Sin haber hecho mucho, el Decano pasaba al frente y mantenía la ilusión. Pero lo que siguió decretaría buena parte de su suerte. Rodrigo Herrera pisó a Santiago García mientras se incorporaba y se ganó la tarjeta roja (si no fue a propósito, pecó de extrema inocencia). La inferioridad numérica atentó contra la ambición de Atlético, que cedió pelota y arriesgó de más en lo sucesivo. A los 12, Luciano Figueroa, ingresado por Ballini en el plan ofensivo de Madelón, habilitó con un lujo a Caraglio quien, recostado sobre la izquierda, definió bajo y a la red. El empate no hizo reaccionar a los locales, simplemente fue abriendo espacios para jugar con el correr de los minutos. No obstante, ese tiempo que corría también empezó a hacerle sentir la mayor obligación a los tucumanos, que pensaron en el contraataque como la fórmula para ir por los tres puntos salvadores y después se volcaron del todo a la ofensiva. Así fue que Montiglio remató afuera en la más clara.Sin embargo, aprovechando el creciente adelantamiento rival, Central lo perdió a través de Martín Rivero con un disparo desviado y un mano a mano en el que Ischuk se recompuso tras ir a cabecear un centro y en los pies de Núñez merced al arquero.Finalmente, el tiempo se agotó y cumplió con los vaticinios: Central se fue disconforme por quedar emparejado con Gimnasia en Promoción y cada vez más lejos de La Academia, pero toda la tristeza era de Atlético por su destino sellado.
Igualaron 2-2 en Tucumán: el Decano se fue al descenso y el Canalla perdió terreno en su lucha por salir de la Promoción. Los goles del local, que terminó con diez hombres por la expulsión de Rodrigo Herrera, los hizo Luis Rodríguez (PT 2m y ST 6m) y los de la visita Emilio Zelaya (PT 20m) y Milton Caraglio (ST 12m).
Si ganaba Atlético tomaba aire en su búsqueda del milagro para salvarse del descenso, si festejaba Central mantenía la distancia con Racing en su lucha por salir de la Promoción. Pero un empate sí que garantizaba caras largas de ambos lados. Por eso, el 2-2 que protagonizaron en Tucumán fue un mal negocio para ambos aunque sobre todo para el Decano, que con el aliento de su gente como telón de fondo se condenó a pasar la próxima temporada en el Torneo Nacional. Los tucumanos arrancaron con el pie en el acelerador a fondo, empujados por su gente. De todas formas, antes de hilar un dominio sostenido, se encontraron con un gol madrugador: Emanuel Gigliotti se la abrió hacia la derecha a César Montiglio, quien mandó un centro para que, tras un rebote, Luis Rodríguez sacara un remate que llegó a tocar Hernán Galíndez sin evitar su destino de red. Pero esa voluntad inicial de los de Mario Gómez empezó a flaquear cuando los rosarinos se pararon mejor en el mediocampo. Creció Matías Ballini y comenzó a asociarse con Gervasio Núñez para obtener más peso en tres cuartos de cancha. Este último fue el primero en apurar a Lucas Ischuk y, a los 20, llegó el premio para la visita: Milton Caraglio escapó por izquierda y mandó un centro fuerte para que Emilio Zelaya la empujara ante un sorprendido arquero. Cerca del descanso, ya con un conjunto de Leonardo Madelón como claro protagonista, Núñez volvió a amenazar con un tiro libre desde la derecha que pasó muy cerca. El comienzo del complemento fue a todo trapo en emociones. Caraglio eludió a Ischuk y Javier Páez salvó en la línea, y a los seis recibió la Pulga Rodríguez por derecha, paró la pelota con el hombro derecho y definió cruzado para el segundo. Sin haber hecho mucho, el Decano pasaba al frente y mantenía la ilusión. Pero lo que siguió decretaría buena parte de su suerte. Rodrigo Herrera pisó a Santiago García mientras se incorporaba y se ganó la tarjeta roja (si no fue a propósito, pecó de extrema inocencia). La inferioridad numérica atentó contra la ambición de Atlético, que cedió pelota y arriesgó de más en lo sucesivo. A los 12, Luciano Figueroa, ingresado por Ballini en el plan ofensivo de Madelón, habilitó con un lujo a Caraglio quien, recostado sobre la izquierda, definió bajo y a la red. El empate no hizo reaccionar a los locales, simplemente fue abriendo espacios para jugar con el correr de los minutos. No obstante, ese tiempo que corría también empezó a hacerle sentir la mayor obligación a los tucumanos, que pensaron en el contraataque como la fórmula para ir por los tres puntos salvadores y después se volcaron del todo a la ofensiva. Así fue que Montiglio remató afuera en la más clara.Sin embargo, aprovechando el creciente adelantamiento rival, Central lo perdió a través de Martín Rivero con un disparo desviado y un mano a mano en el que Ischuk se recompuso tras ir a cabecear un centro y en los pies de Núñez merced al arquero.Finalmente, el tiempo se agotó y cumplió con los vaticinios: Central se fue disconforme por quedar emparejado con Gimnasia en Promoción y cada vez más lejos de La Academia, pero toda la tristeza era de Atlético por su destino sellado.