Cada quien sabrá !!!
Disfrutando de lo q realmente vale la pena : mis vicios
Hoy más q nunca
Despúes de ver este blog ,
De esto no tengo dudas
Cuando la vida te niega una cosa ... es porque te tiene preparado algo mejor . Lo cual no tengo dudas .
lunes, 18 de enero de 2010
Club Atlético Independiente
El Club Atlético Independiente (CAI) es un club atlético, deportivo y social[11] de Argentina, y tiene su sede y su estadio en la ciudad de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, al sur de la Ciudad Autonónoma de Buenos Aires. Su origen se encuentra en Monserrat, un histórico barrio de la ciudad de Buenos Aires. Fue fundado oficialmente el 1 de enero de 1905 (aunque la institución ya estaba formada desde el 4 de agosto de 1904) y juega en la primera división de Argentina. Es considerado uno de los cinco grandes del fútbol argentino y se destacan sus 7 Copas Libertadores, que lo confirman como uno de los clubes más laureados de América.
Abarca distintas disciplinas deportivas, pero es más conocido por su principal actividad, el fútbol. Su sede social data de 1936 y se encuentra en la ciudad de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires. Su actual estadio se construyó en 1928 y remodelado totalmente en 2008, es llamado Libertadores de América y está situado en la misma ciudad.
Apodados como "los Diablos Rojos", Independiente ganó 14 campeonatos locales en el profesionalismo, posicionándose tercero entre los clubes de Argentina. Además se consagró 2 veces campeón en el amateurismo.
Es uno de los tres equipos argentinos que siempre ha jugado en la Primera División de Argentina y jamás descendió (los otros son Boca Juniors y River Plate). Desde 1912, cuando el fútbol argentino estaba en la era amateur, pertenece a la primera división, o primera "A". Al comenzar el profesionalismo en 1931 Independiente ya estaba jugando en Primera.
Según todas las encuestas realizadas en Argentina desde hace varias décadas, el Rojo es por lejos el tercer club con más simpatizantes en el país.
Independiente es, junto al Real Madrid, el tercer club en el mundo por número de títulos internacionales conquistados reconocidos por la FIFA, cuenta con 15 copas, por detrás de Boca Juniors y el Milan (con 18). Independiente es el único equipo que ha ganado 7 veces la Copas Libertadores de América por encima de todos, sin haber perdido una sola final de este trofeo. En lo que se refiere a esta competición internacional, fue el primer Campeón de América de Argentina, el primer equipo argentino en salir bicampeón consecutivo, y el único equipo en ganarla 4 veces seguidas (tetracampeón). Ganó también 3 Copas Interamericanas, 2 Supercopas, 1 Recopa y las 2 Copas Intercontinentales de 1973 y 1984, que lo coronaron como "el mejor equipo del mundo", en sus respectivos años.
El clásico rival de Independiente es Racing, con quien juega el clásico de Avellaneda. El resto de los cuatro grandes también son rivales históricos del club Boca Juniors, River Plate, Racing y San Lorenzo y los partidos que disputa con ellos también son considerados como clasicos.
Otra característica del club es que fue la primera institución deportiva en crear establecimientos extradeportivos. Cuenta con un jardín de infantes, una escuela primaria y una escuela secundaria (ver Instalaciones). Se ha firmado un convenio con la Universidad Nacional de Lomas de Zamora para realizar estudios terciarios.[12]
Abarca distintas disciplinas deportivas, pero es más conocido por su principal actividad, el fútbol. Su sede social data de 1936 y se encuentra en la ciudad de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires. Su actual estadio se construyó en 1928 y remodelado totalmente en 2008, es llamado Libertadores de América y está situado en la misma ciudad.
Apodados como "los Diablos Rojos", Independiente ganó 14 campeonatos locales en el profesionalismo, posicionándose tercero entre los clubes de Argentina. Además se consagró 2 veces campeón en el amateurismo.
Es uno de los tres equipos argentinos que siempre ha jugado en la Primera División de Argentina y jamás descendió (los otros son Boca Juniors y River Plate). Desde 1912, cuando el fútbol argentino estaba en la era amateur, pertenece a la primera división, o primera "A". Al comenzar el profesionalismo en 1931 Independiente ya estaba jugando en Primera.
Según todas las encuestas realizadas en Argentina desde hace varias décadas, el Rojo es por lejos el tercer club con más simpatizantes en el país.
Independiente es, junto al Real Madrid, el tercer club en el mundo por número de títulos internacionales conquistados reconocidos por la FIFA, cuenta con 15 copas, por detrás de Boca Juniors y el Milan (con 18). Independiente es el único equipo que ha ganado 7 veces la Copas Libertadores de América por encima de todos, sin haber perdido una sola final de este trofeo. En lo que se refiere a esta competición internacional, fue el primer Campeón de América de Argentina, el primer equipo argentino en salir bicampeón consecutivo, y el único equipo en ganarla 4 veces seguidas (tetracampeón). Ganó también 3 Copas Interamericanas, 2 Supercopas, 1 Recopa y las 2 Copas Intercontinentales de 1973 y 1984, que lo coronaron como "el mejor equipo del mundo", en sus respectivos años.
El clásico rival de Independiente es Racing, con quien juega el clásico de Avellaneda. El resto de los cuatro grandes también son rivales históricos del club Boca Juniors, River Plate, Racing y San Lorenzo y los partidos que disputa con ellos también son considerados como clasicos.
Otra característica del club es que fue la primera institución deportiva en crear establecimientos extradeportivos. Cuenta con un jardín de infantes, una escuela primaria y una escuela secundaria (ver Instalaciones). Se ha firmado un convenio con la Universidad Nacional de Lomas de Zamora para realizar estudios terciarios.[12]
Acevedo sacó la primera ventaja para el Rojo, pero Bou y Ortega pusieron el 2-1 para el Millonario en la etapa inicial. En el segundo tiempo, el equipo de Astrada no lo definió y Piatti cambió el partido desde su ingreso con dos goles. El título en Salta fue para los de Gallego.
River dominó a Independiente durante varios pasajes en Salta con un Ortega determinante, pero no logró noquearlo en los primeros 15 minutos del segundo tiempo, cuando estaba 2-1 arriba, y el equipo de Gallego lo dio vuelta con el ingreso de Piatti. El Rojo se impuso 3-2 y se adjudicó el torneo de verano. El conjunto de Avellaneda trató de manejar la pelota con prolijidad en los primeros minutos, pero jamás logró hacerse dueño del partido ante un rival concentrado y muy metedor. Por eso, los primeros minutos se hicieron realmente muy trabados, con imprecisiones y sin situaciones de peligro sobre los arcos. Recién a los 16 se produjo la primera: Ortega puso un exquisito centro y Ríos no pudo tocar al gol ante la salida de Hilario, quien recibió un fuerte golpe y debió dejarle su lugar al juvenil Rodríguez. Un par de minutos más tarde, Mauro Díaz sintió una molestia en el aductor izquierdo y fue reemplazado por Bou. Justamente, el delantero millonario se transformó en uno de los jugadores clave gracias a su movilidad. A los 25, se escapó por la derecha, mandó en centro al segundo palo y Fredes llegó con lo justo para evitar el cabezazo de Rojas, de poca participación. Pero en la siguiente, cuando River empezaba a mostrar algo más, Acevedo se acomodó en la puerta del área grande y clavó un potente zapatazo contra el poste derecho de Ojeda. Sin embargo, a los 27, Ortega ejecutó al arco un tiro libre desde 30 metros, el arquero dio rebote tras un pique que lo complicó mucho y Bou, atento, la empujó para decretar el empate. Ante la falta de ideas, los tiros de larga distancia, con esta rapidísima pelota, abrieron en encuentro. A los 29, Acevedo probó otra vez, Ojeda la soltó y Matheu no logró marcar. El Millonario era un poco más: Ortega complicaba con sus desequilibrantes participaciones, Bou estaba picante y el medio sostenía sin problemas a un Independiente inactivo, con un Rodríguez estático, un Gandín inquieto pero individualista y un Fredes impreciso. Lo mejorcito lo aportaron Avecedo y Busse, con mucho ida y vuelta. Por eso, a los 42, Bou se escapó por la izquierda y la tiró al segundo palo, donde Ortega la empujó de cabeza para el 2-1. El equipo de Astrada terminó mejor y comenzó de la misma manera el complemento, otra vez con el dominio de la pelota y aprovechando los errores defensivos de Independiente, fallos muy parecidos a los que se reiteraban en el inicio del ciclo de Gallego, con jugadores desatentos a la hora de salir y marcando en línea. A los 7, Ortega encaró al uno y le fusiló las manos y a los 12, el Burro la puso adentro y Bou se perdió un gol increíble abajo del arco. También lo tuvo Lamela, quien encaró con una marca encima y definió afuera. Pero el encuentro tuvo un quiebre, el ingreso de Piatti. El mediocampista, que en Apertura consiguió varios goles y fue clave para el Rojo, entró y, a los 17, puso el 2-2 frente a Ojeda tras un centro pasado y un error del juvenil Villarreal. Cuatro más tarde, el también ingresado Núñez puso un excelente pase entre líneas y Piatti, otra vez mano a mano, decretó el sorpresivo 3-2. River lo tenía, pero lo dejó escapar. A partir de ese momento, ya sin Ortega en la cancha, Independiente encontró lo mejor de su repertorio: toques de primera, paredes, lujos y más llegadas para ampliar la diferencia. Federico González desperdició una chance muy clara ante Ojeda, tras una asistencia de Piatti, y Gandín pateó mal a dos metros del arco luego de una muy buena maniobra colectiva. Pese a este dominio, el Rojo siguió padeciendo alguna que otra desatención atrás, aunque el Millonario no logró aprovecharlas. En definitiva, el conjunto de Gallego dio vuelta el resultado y le quitó la copa de verano a Racing.
Torneo de verano : Estudiantes 4 Boca 1
El conjunto platense aprovechó todas las falencias defensivas de un rival apático, lento y sin ideas y se impuso por 4-1 con goles de Núñez, Hoyos, Sosa y Morales Neumann. El Pincha se adjudicó el certamen amistoso, del que también participó San Lorenzo. Viatri descontó para el Xeneize.
Sumamente preocupado y sorprendido. Así se fue Alfio Basile al vestuario luego de observar el encuentro que jugó su Boca casi titular frente a Estudiantes, que fue mucho más prolijo, se mostró más coordinado en todas sus líneas, encontró varios espacios para herir y, por sobre todas las cosas, no sufrió a nivel defensivo como nuevamente lo hizo el conjunto xeneize. Fue 4-1 y festejo en el arranque del año en Mar del Plata. Ya a los 40 segundos de partido, Sosa recibió sólo de cara al área y puso un pase entre Morel Rodríguez y Paletta para dejar mano a mano a Leandro González, quien remató y se encontró con una excelente respuesta de García. Primera desatención en un fondo que empezaba a tambalear y a desatar la locura de su entrenador. Porque cada pelotazo largo, cruzado o centro al área generó una verdadera hecatombe y encendió otra vez las alarmas a sólo dos semanas del comienzo del Clausura. También lo tuvieron Desábato, con un cabezazo que acarició el palo y otro que pasó por arriba, González, quien en su segunda chance superó a García y, ya sin ángulo, definió mal, y Núñez, quien no se puso de acuerdo con Sosa para recibir un pase muy largo y desperdició la posibilidad de encarar al uno. ¿La manta corta? Con tantos problemas atrás uno se podría imaginar a un Boca explosivo, jugado y con mucha gente en ataque. Nada de eso. El equipo del Coco careció de sorpresa, estuvo lento y predecible, no buscó por las bandas y generó sólo una chance de gol, con un centro desde un tiro de esquina que Viatri cabeceó muy cerca. Ibarra y Krupoviesa no cruzaron el medio, Rosada no fue salida clara, Insúa apareció en cuenta gotas y Viatri no recibió juego. En tanto, Mouche se movió por ambos costados, aunque jamás logró imponer su habilidad y terminó en movimientos intrascendentes. El Pincha se movió mejor al compás de Verón, fue picante con algunas apariciones de Sosa y dejó a González tres veces de cara al gol. En la última, absolutamente solo, se la entregó a García en las manos. Todo lo que el Pincha desperdició en la primera etapa llegó con creces en el complemento. La pesadilla para Boca comenzó a los tres minutos, otra vez con un cabezazo de Desábato que Ibarra despejó en la línea del arco. Y un minuto más tarde, González armó una buena maniobra individual por la izquierda, absorbió la marca de toda la defensa y la puso adentro para Núñez, quien sólo la tuvo que empujar abajo del arco. Mouche respondió a los seis con un disparo que pasó cerca, pero Estudiantes volvió a quebrar a los 12 a un rival desconocido y sin orden. El juvenil Michael Hoyos, quien reemplazó al lesionado Enzo Pérez, tomó la pelota en la mitad de la cancha, recorrió 20 metros sin marca alguna y metió un latigazo contra el poste derecho de García para el 2-0. Tres más tarde, Sosa volvió a golpear: agarró la bola a 30 metros del arco y sacó un tremendo derechazo que viajó al medio del arco y venció la estirada del arquero xeneize.Basile se cansó de tanta pasividad y mandó a la cancha a una de sus cartas fuertes, Nicolás Gaitán, por un Ibarra totalmente descolorido. El zurdo empezó a complicar por la derecha y rápidamente se transformó en la esperanza xeneize. Sin embargo, el descuento llegó con un pelotazo largo para Viatri, quien partió en posición adelantada, gambeteó a Orión y definió con un toque suave. En su mejor pasaje, ya con un Pincha en punto muerto, Boca pudo haber marcado otro tanto con un remate del nueve y otro de Insúa, aunque ambos fueron resueltos por el arquero. Pese a la pasividad de los platenses, hubo tiempo para más: a los 47, Morales Neumann enfrentó a García y definió a un palo para decorar la goleada. En definitiva, Estudiantes ganó con justicia, dejó con muchas preguntas y con pocas respuestas a Basile y comenzó el año con una copa en las manos.