Colas REFF

Alguna duda de q son las mejores colas del pais? Creo q no

RIVER 2 - RACING 0

RACING ni un clásico pudo ganar

Racing se despidió del Apertura sin poder ganarle a los otros grandes. La Academia deberá remarla si es que quiere escaparle a la Promo.

A Racing le había sobrado fútbol, tenencia de la pelota, para hacer que River pasara un mal momento en el Monumental. Se había empezado a ver la mano de Claudio Vivas en el circuito futbolístico de sus players. Una mano que se disipó cuando en el horizonte, y post penal no cobrado a Ramírez, aparecieron los deditos de Lucero y la claridad pasó a ser nubarrones negros. El zurdazo de Buonanotte desde los doce pasos cambió el trámite del partido y lo bien que había salido la Academia a buscar el monumentalazo, terminó en desorden, en un caos de desesperación.

Ya no la tenía Yacob. Ya no metía esos pases cruzados, al vacío, Grazzini. Falcón, perdido sin la pelota, se hacía amonestar. Todo gris para un Racing que en el comienzo sentía olor a amapolas. Ahora aparecía el Enano, se soltaba Villagra y Almeyda se hacía dueño del medio. Como si enfrente estuvieran todos bajo la vista de Medusa. Las camisetas blancas y celestes parecieron estatuas después de que Abelairas la mandara a guardar al ángulo y, como un fantasma de los que siempre vuelven en las almohadas de los de Avellaneda, hiciera decaer toda una media hora de trabajo y transpiración.

Porque si hay algo a lo que este Racing está acostumbrado es a que se le irriten las axilas de sudar. Una vez que había tenido esa fluidez que buscó durante todo el torneo, el destino le deparó dos golpes en tres llegadas (en una, De Olivera le puso la cara, literalmente, a un disparo de Bou), de esos anímicos. Un testazo atrás del otro y a otra cosa mariposa. Porque a partir de ahí mandó River, el River que quería salir victorioso en el debut del mandato de Daniel Passarella. Igual, mala suerte para Kaiser, presente en los palcos como si fuera un técnico que está a punto de ponerse la banda, que tuvo que sufrir en el final: dos erradas de Steinert (un mano a mano y otra a la carrera) y una gran tapada de Vega a Caballero. Eso fue el último empuje que tuvo el visitante.

Al local le había hecho mal salir a la cancha creyendo que era más que su rival. Algo que era ilógico, loco si se quiere. Pero qué otra queda cuando, contra viendo y marea, por mar, cielo y tierra, se intenta y las respuestas son un jab, un cross y un gancho al mentón. Empalagosas habían sido las victorias ante Estudiantes, Banfield y Tigre. Confianzudo, con fe en sí mismo, Racing consiguió una media hora que proclama un futuro prometedor. Por ahora, River, con más fortuna que buen juego, se encargó de mantenerlo con los pies sobre la tierra.

ARSENAL 2 - ATLETICO TUCUMAN 0

Hizo uno y medio

Arsenal, que le había ganado a Newell´s, sigue dulce en el cierre del torneo gracias a Franco Jara: metió el remate en el gol en contra de Granero y liquidó a Atlético con un cabezazo. Justo cuando se habla de su pase al Benfica de Portugal.


A Arsenal le duele que le dure poco la Jara de felicidad. La Jara de la victoria, si se tiene en cuenta que el moreno delantero es una de sus cartas –si no la única- más fuertes en el ataque. La Jara de la esperanza, si se piensa en que se podría haber retenido un poco más al goleador del equipo en el torneo (6) y así aspirar a ir un poco más lejos el año que viene.

Se escuchan ofertas que podrían cambiarle la Jara al equipo de Jorge Burruchaga. El partido con Atlético podría ser el último del pibe con la camiseta de la banda, y por eso Franco pagó con lo que mejor sabe hacer: goles. Sin demasiadas variaciones en fluir de la pelota, el partido fue parejo. Como casi todos los del Arse en el campeonato. Más en el Viaducto, donde mete y mete. Encima, si se topa con un rival de su estirpe, la cosa se hace aún más trabada.

Porque los de Sarandí no son una representación viva del extinto tiki tiki, pero cuentan con una mejor cara que los demás. Una mejor Jara, que si se marcha va a dejar las muecas prematuras de un grato recuerdo. Todavía es presente latente la buena Jara de Arsenal y contra los tucumanos, por lo menos, le dio dos motivos –o uno y medio- para sacar más de una sonrisa.

CHACARITA 0 - VELEZ 0

La dejó pasar

Chacarita no pudo aprovecharse de un Vélez relajado y apenas empató. Así, el equipo de Gamboa finalizará el Apertura en descenso directo. El Fortín ya se metió en la Libertadores y es el mejor equipo de la temporada.


Era más que buena la oportunidad que tenía Chacarita para sumar tres puntos vitales en su lucha por la permanencia. Es que enfrente estaba Vélez, el mejor equipo del año, el actual campeón argentino pero sin ningún incentivo más que el honor deportivo. Es que el plantel de Gareca se despidió de cualquier posibilidad de repetir el título del primer semestre, ya abrochó su clasificación a la Libertadores y en este campeonato no se otorgan plazas para la Sudamericana. Así entonces, Chaca se encontró con un equipo relajado al que lo superó claramente, pero que al cabo de los noventa minutos no le pudo hacer un gol. El Funebrero mostró las mismas falencias que a lo largo de buena parte del Apertura. Es un equipo ordenado desde la llegada de Gamboa, con buen manejo de pelota pero que a la hora de la definición termina chocando con sus propias limitaciones. Milla lo tuvo en un par de oportunidades y falló y lo mismo hizo Parra. Mientras Vélez tocó la pelota con poca profundidad y sin el hambre de ganar tan característico en este equipo de Gareca.

Chaca se fue consumiendo en su propia impericia. Montoya estuvo seguro en cada centro e intuitivo a la hora de cerrar un par de pelotas cruzadas de Centurión. Así el partido terminó en empate y sin goles. Para Vélez es un punto más para convertirlo en el mejor equipo del año. Para el Funebrero es un punto que duele, que no puede ponerlo contento y que lo obligará a ganarle a Racing en la última fecha. Son cerca de 44 puntos los que se necesitan para llegar al menos a una Promo. Hoy Chaca tiene 16 y con la chance de sumar 19. Es decir que deberá hacer un Clausura por arriba de los 25 puntos si no quiere sufrir el descenso. El equipo está, encontró su identidad futbolística, le falta contundencia. Algo que Gamboa reclamará a la hora de elegir los refuerzos...

GIMNASIA 0 - NEWELL´S 2

Yo NOB me bajo

Impresionante lo de Newell´s, que se recuperó de la derrota contra Arsenal y superó a Gimnasia en La Plata: 2-0 con goles de Formica y del gran Boghossian. Ahora está obligado a ganarle a San Lorenzo y esperar que Banfield no le gane a Boca para forzar un desempate o ser campeón. El Lobo quedó en descenso directo.


Las dudas que se habían generado por la derrota frente a Arsenal duraron apenas 17 minutos de juego en La Plata. El golpe había sido duro, perder en casa no estaba en los planes de ningún Leproso, pero ya no había tiempo de lamentos, era el momento de reivindicar lo hecho a lo largo del torneo. Por eso fue importantísimo haber sacado ventaja apenas pasado los quince iniciales.


A la salida de un tiro libre indirecto, tras el toque de Bernardi, la barrera se quedó clavada y Formica aprovechó para ubicarla arriba. Gastón Sessa rozó el balón pero no pudo sacarla. Y si el primero trajo tranquilidad, el segundo antes de finalizar la primera parte fue el alivio total. Boghossian recibió en el área, enganchó y su remate salió débil al medio, pero el Gato imaginó un remate cruzado y la pelota se le metió entre las piernas.


El partido se terminó al tiempo que el uruguayo festejaba su undécimo gol en el certamen. Primero porque Newell´s se conformó con la diferencia y después, porque el Lobo no tuvo respuestas para contrarrestar a uno de los mejores equipos del campeonato. Encima los locales sufrieron la cuarta derrota consecutiva (segunda desde que está Pablo Fernández) que lo deja en zona de descenso directo, con peor promedio que el recién ascendido Atlético de Tucumán. La única mala para los rosarinos es la salida de Schiavi en el entretiempo, aunque sólo sería por precaución.


El equipo de Sensini llega a la última fecha de un campeonato, que no lo tenía entre los candidatos al comenzar, con chances concretas de ser campeón y soñando, por qué no. A esta historia sólo le queda un capítulo, con San Lorenzo: el equipo rosarino (a dos puntos del líder) está obligado a ganar y a esperar una mano de Boca, que le empate de local a Banfield (así habría desempate) o le gane para ser directamente campeón.

BANFIELD 1 - TIGRE 0

BANFIELD 1 - TIGRE 0

En un partido muy cerrado, Víctor López la mandó a guardar de cabeza (era offside) a cinco minutos del final y desató la fiesta en el Sur. Banfield llega a la última fecha dos puntos arriba de Newell´s y juega el domingo en la Bombonera: sale campeón ganando o si los rosarinos no vencen a San Lorenzo.


A esa altura de la noche ya no había cábala que se hubiera cambiado, corazón que latiera a una frecuencia normal ni uña con vida. A esa altura, claro, sobrevolaban todos los fantasmas. Los reciente, de la última vez con Racing, y también lo del 51. Todos. Porque Newell's había ganado, porque la obligación era toda de Banfield, porque todo pesaba mil kilos... Pero allá por el aire, un pelito adelantado, apareció un tal Víctor López y se ganó una página dorada en la historia de Banfield. Y ahí está el Taladro, hecho una fiesta, un sueño, a un triunfo del título. A un par de días de la tarde más grande de su vida.


Y el triunfo cambió el mapa que se dibujaba hasta cinco minutos antes del final. Porque ahora Newell''s está obligado a ganarle a San Lorenzo, sí o sí, para soñar con el título. Y Banfield juega con varios a favor... El triunfo, obvio. Pero también un empate le posibilitará dar la vuelta si Newell's no suma de a tres. O, al menos, el empate hasta podría darle una final... Claro que en nada de eso piensa el hincha de Banfield, que hoy se reventó las gargantas, las palmas y se fue llorando las primeras lágrimas de campeón. Porque ahora sí, si pasó este escollo, inesperadamente más duro de lo previsto, tan sufrido como el último triunfo ante Huracán también por 1-0, si ya saltó otra valla de presión, en el Taladro nadie imagina otro final posible. La vuelta está ahí. Nada menos que en la cancha de Boca.