Uruguay logró un triunfo de oro ante Sudáfrica
La Celeste mostró mejorías con respecto al debut y se impuso por 3-0 en Pretoria, con goles de Forlán (PT 23m y ST 35m, de penal) y Alvaro Pereira (ST49m). De esta manera, el equipo de Tabárez se trepó a la cima de su zona, también integrada por Francia y México. El arquero Khune fue expulsado en el local.
La Celeste mostró mejorías con respecto al debut y se impuso por 3-0 en Pretoria, con goles de Forlán (PT 23m y ST 35m, de penal) y Alvaro Pereira (ST49m). De esta manera, el equipo de Tabárez se trepó a la cima de su zona, también integrada por Francia y México. El arquero Khune fue expulsado en el local.
Uruguay derrotó por 3-0 al local Sudáfrica en su segunda presentación en el Mundial y alimentó su sueño de llegar a los octavos de final. A partir de la gran producción de sus delanteros Diego Forlán y Matías Suárez, la Celeste marcó claras diferencias con respecto a su inocuo rival y se trepó con cuatro puntos a la cima del Grupo A, donde también compiten Francia (1) y México (1).
Desde el pitazo inicial del suizo Busacca en Pretoria, cada equipo dejó en claro sus respectivas posturas. Uruguay intentó asumir el protagonismo con una importante presión en la marca y hubo una marcada tendencia hacia el ataque por derecha con las trepadas de Maxi Pereira y la potencia de Luis Suárez. Por su parte, Sudáfrica apostó por un manejo de pelota prolijo, con Letsholonyane y Pienaar como ejes, pero pecó por su falta de presencia en el área rival.
El gran problema de Uruguay fue que pocas veces pudo coordinar a sus intérpretes en ataque y, paulatinamente, los sudafricanos empezaron a crecer. Esa era la temática del partido hasta los 23 minutos, cuando Forlán sacó su credencial de goleador nato y lanzó un remate sorpresivo desde afuera del área que se elevó tras rebotar en un defensor y recién descendió para introducirse en el arco.
La ventaja le dio más tranquilidad al conjunto charrúa, que mantuvo su idea de lastimar por derecha y estuvo a punto de festejar el segundo por intermedio de Suárez. A su vez, la tarea de Forlán como enlace creció con el correr del primer tiempo. Aun así, el batallador anfitrión estuvo cerca de empatar con un cabezazo de Mphela.
Tras el descanso, Uruguay no cedió la iniciativa y estuvo varias veces cerca del segundo tanto. El factor desequilibrante fue Suárez, picante para desbordar por ambos costados. Dentro del tridente ofensivo charrúa, el que desentonó fue Edinson Cavani, que no pudo conectar con precisión dos asistencias muy jugosas.
El momento clave llegó a los 33, cuando Suárez fue derribado por el arquero Khune dentro del área. La infracción del portero existió y su expulsión por la ley del último recurso fue acertada, aunque dejó muchas dudas la posición del delantero charrúa (un toque de Cavani lo habría dejado inhabilitado). A Forlán poco le importó el reclamo sudafricano y, dos minutos después, puso el 2-0 con un sobrio penal. Y en el cuarto minuto de descuento, Suárez mandó un nuevo centro y encontró a Alvaro Pereira, que llegó sin marca y sentenció el resultado.
Después de un debut opaco ante Francia, Uruguay rubricó su esperanza con una actuación sumamente convincente que lo deja muy bien parado en la puja por la clasificación. Esta vez, la resistencia y el aguante no estuvieron en el centro del escenario, que fue copado por una saludable actitud ofensiva.
Desde el pitazo inicial del suizo Busacca en Pretoria, cada equipo dejó en claro sus respectivas posturas. Uruguay intentó asumir el protagonismo con una importante presión en la marca y hubo una marcada tendencia hacia el ataque por derecha con las trepadas de Maxi Pereira y la potencia de Luis Suárez. Por su parte, Sudáfrica apostó por un manejo de pelota prolijo, con Letsholonyane y Pienaar como ejes, pero pecó por su falta de presencia en el área rival.
El gran problema de Uruguay fue que pocas veces pudo coordinar a sus intérpretes en ataque y, paulatinamente, los sudafricanos empezaron a crecer. Esa era la temática del partido hasta los 23 minutos, cuando Forlán sacó su credencial de goleador nato y lanzó un remate sorpresivo desde afuera del área que se elevó tras rebotar en un defensor y recién descendió para introducirse en el arco.
La ventaja le dio más tranquilidad al conjunto charrúa, que mantuvo su idea de lastimar por derecha y estuvo a punto de festejar el segundo por intermedio de Suárez. A su vez, la tarea de Forlán como enlace creció con el correr del primer tiempo. Aun así, el batallador anfitrión estuvo cerca de empatar con un cabezazo de Mphela.
Tras el descanso, Uruguay no cedió la iniciativa y estuvo varias veces cerca del segundo tanto. El factor desequilibrante fue Suárez, picante para desbordar por ambos costados. Dentro del tridente ofensivo charrúa, el que desentonó fue Edinson Cavani, que no pudo conectar con precisión dos asistencias muy jugosas.
El momento clave llegó a los 33, cuando Suárez fue derribado por el arquero Khune dentro del área. La infracción del portero existió y su expulsión por la ley del último recurso fue acertada, aunque dejó muchas dudas la posición del delantero charrúa (un toque de Cavani lo habría dejado inhabilitado). A Forlán poco le importó el reclamo sudafricano y, dos minutos después, puso el 2-0 con un sobrio penal. Y en el cuarto minuto de descuento, Suárez mandó un nuevo centro y encontró a Alvaro Pereira, que llegó sin marca y sentenció el resultado.
Después de un debut opaco ante Francia, Uruguay rubricó su esperanza con una actuación sumamente convincente que lo deja muy bien parado en la puja por la clasificación. Esta vez, la resistencia y el aguante no estuvieron en el centro del escenario, que fue copado por una saludable actitud ofensiva.
