Gimnasia rompió su maleficio y goleó a Huracán
El Lobo cortó una racha de cinco partidos sin hacer un gol y derrotó por 3-0 al Globo como local, con tantos de Navarro (PT 33m) y Encina (ST 36m y 45m). En un duelo discreto, el elenco platense fue más contundente y le dio oxígeno a su técnico Cocca.
Gimnasia quebró una racha nefasta de cinco partidos sin marcar goles y venció por 3-0 a Huracán en el Bosque, en el arranque de la séptima fecha del Torneo Apertura. Si bien la diferencia fue exagerada, el Lobo halló la contundencia que le había faltado en los encuentros anteriores y se impuso con justicia sobre el irregular Globo. Gracias al triunfo, el técnico Diego Cocca tomó oxígeno y su equipo abandonó la zona de descenso directo.
Con una mochila cargada con dos toneladas de presión, el Lobo arrancó el partido con una actitud ambiciosa y entusiasta. Encina y Neira se recostaron por la derecha e izquierda, respectivamente, e intentaron convertirse en las usinas creativas. Pero no hay ganas que sirvan si no se las respalda con buen juego. Es por eso que, con el correr de los minutos, el local se enredó en sus propias carencias y los puntas Graf y Navarro naufragaron en soledad. Huracán no quiso desentonar con su rival y se contentó con visualizar la figura de Sessa desde muy lejos.
Luego de la primera media hora de juego, el encuentro ya se había ganado el mote de paupérrimo. Nulas llegadas a los arcos y exceso de imprecisiones. Sin embargo, Gimnasia rompió su maleficio a los 33 minutos y dejó atrás una racha de cinco partidos sin festejar un gol. El encargado de cortar la mala racha fue el uruguayo Alvaro Navarro, quien recibió un pase de Neira dentro del área grande y sacó un remate a colocar que Monzón no alcanzó a desviar. Tras el tanto tan buscado, el Lobo exhibió una mejoría y logró lastimar mediante las escaladas de Encina por derecha.
En el arranque del complemento, los protagonistas intercambiaron ataques y entablaron un duelo de igual a igual. El equipo de Cocca tomó vuelo en cada intervención de Encina, demasiado solo a la hora de desequilibrar. En tanto, el Globo, ya con Formica y Brítez Ojeda por Rodríguez y Torres, no encontró huecos entre las líneas de su rival y apenas inquietó por intermedio de las jugadas de pelota detenida. Primero, Zárate exigió a Sessa con un tiro libre. Y poco después, Quiroga se escapó de la marca tras un córner y remató por arriba del travesaño. Antes de los 30, Sessa volvió a desviar un remate de Zárate y agigantó su figura.
El partido encontró su desenlace entre los 35 y los 36 minutos. En un poco más de 60 segundos, se terminó la ilusión de uno y se liberó la alegría de otro. En primer lugar, Huracán sufrió un grosero error del línea, quien anuló un gol en contra de Landa por una supuesta posición adelantada. Y a continuación, Encina superó a Monzón por arriba con un coqueto remate con la cara externa del botín y consolidó la victoria.
Pero la noche platense guardaba una sorpresa más. A los 45, en tiempo de descuento, Encina aprovechó una asistencia del ingresado Castro y bajó el telón. El ciclo de Cocca estaba en sus últimas horas de agonía, pero recibió una inesperada transfusión que lo sacó momentáneamente del coma. En tanto, el Globo aún no está en terapia intensiva, pero su irregularidad (ganó dos, empató dos y perdió tres) es una hemorragia que debe cerrar antes de que sea tarde.
El Lobo cortó una racha de cinco partidos sin hacer un gol y derrotó por 3-0 al Globo como local, con tantos de Navarro (PT 33m) y Encina (ST 36m y 45m). En un duelo discreto, el elenco platense fue más contundente y le dio oxígeno a su técnico Cocca.
Gimnasia quebró una racha nefasta de cinco partidos sin marcar goles y venció por 3-0 a Huracán en el Bosque, en el arranque de la séptima fecha del Torneo Apertura. Si bien la diferencia fue exagerada, el Lobo halló la contundencia que le había faltado en los encuentros anteriores y se impuso con justicia sobre el irregular Globo. Gracias al triunfo, el técnico Diego Cocca tomó oxígeno y su equipo abandonó la zona de descenso directo.
Con una mochila cargada con dos toneladas de presión, el Lobo arrancó el partido con una actitud ambiciosa y entusiasta. Encina y Neira se recostaron por la derecha e izquierda, respectivamente, e intentaron convertirse en las usinas creativas. Pero no hay ganas que sirvan si no se las respalda con buen juego. Es por eso que, con el correr de los minutos, el local se enredó en sus propias carencias y los puntas Graf y Navarro naufragaron en soledad. Huracán no quiso desentonar con su rival y se contentó con visualizar la figura de Sessa desde muy lejos.
Luego de la primera media hora de juego, el encuentro ya se había ganado el mote de paupérrimo. Nulas llegadas a los arcos y exceso de imprecisiones. Sin embargo, Gimnasia rompió su maleficio a los 33 minutos y dejó atrás una racha de cinco partidos sin festejar un gol. El encargado de cortar la mala racha fue el uruguayo Alvaro Navarro, quien recibió un pase de Neira dentro del área grande y sacó un remate a colocar que Monzón no alcanzó a desviar. Tras el tanto tan buscado, el Lobo exhibió una mejoría y logró lastimar mediante las escaladas de Encina por derecha.
En el arranque del complemento, los protagonistas intercambiaron ataques y entablaron un duelo de igual a igual. El equipo de Cocca tomó vuelo en cada intervención de Encina, demasiado solo a la hora de desequilibrar. En tanto, el Globo, ya con Formica y Brítez Ojeda por Rodríguez y Torres, no encontró huecos entre las líneas de su rival y apenas inquietó por intermedio de las jugadas de pelota detenida. Primero, Zárate exigió a Sessa con un tiro libre. Y poco después, Quiroga se escapó de la marca tras un córner y remató por arriba del travesaño. Antes de los 30, Sessa volvió a desviar un remate de Zárate y agigantó su figura.
El partido encontró su desenlace entre los 35 y los 36 minutos. En un poco más de 60 segundos, se terminó la ilusión de uno y se liberó la alegría de otro. En primer lugar, Huracán sufrió un grosero error del línea, quien anuló un gol en contra de Landa por una supuesta posición adelantada. Y a continuación, Encina superó a Monzón por arriba con un coqueto remate con la cara externa del botín y consolidó la victoria.
Pero la noche platense guardaba una sorpresa más. A los 45, en tiempo de descuento, Encina aprovechó una asistencia del ingresado Castro y bajó el telón. El ciclo de Cocca estaba en sus últimas horas de agonía, pero recibió una inesperada transfusión que lo sacó momentáneamente del coma. En tanto, el Globo aún no está en terapia intensiva, pero su irregularidad (ganó dos, empató dos y perdió tres) es una hemorragia que debe cerrar antes de que sea tarde.
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