Holanda venció a Japón y acaricia los octavos
Wesley Sneijder (ST 7m), con complicidad del arquero, marcó el tanto de la Naranja en el triunfo ante los asiáticos. El equipo europeo no brilló, pero ganó con total justicia. Baldassi dirigió bien.
Wesley Sneijder (ST 7m), con complicidad del arquero, marcó el tanto de la Naranja en el triunfo ante los asiáticos. El equipo europeo no brilló, pero ganó con total justicia. Baldassi dirigió bien.
Holanda no brilló, pero mostró su solidez, derrotó a Japón por 1-0 y, a falta de una fecha para el final, tiene casi resuelta su clasificación a octavos de final. El partido lo dirigió Héctor Baldassi, quien redondeó otra buena actuación.
La Naranja, que todavía no es mecánica, hizo un mal primer tiempo, en el que dividió mucho la pelota y careció de profundidad ante un equipo corredor y entusiasta como Japón. En es parte inicial fueron los nipones los que estuvieron más cerca con sendos remates de Daisuke Matsui, su hombre con mayor clase.
En el inicio del complemento Holanda encontró el gol y a partir de ahí empezó a jugar con mayor tranquilidad y precisión, dos marcas distintivas de la histórica escuela de los Países Bajos. Cuando iban siete minutos, Wesley Sneijder capturó un rebote a la salida del área y con un violento derechazo superó la endeble resistencia del arquero asiático.
Luego, con los ingresos del moreno Eljero Elia y del veloz Ibrahim Afellay, Holanda tuvo tres ocasiones para liquidar el partido, pero falló en la definición y casi pena con el empate en la última jugada, cuando Shinji Okazaki remató sobre el travesaño, un mano a mano, con el tiempo cumplido.
La Naranja, que todavía no es mecánica, hizo un mal primer tiempo, en el que dividió mucho la pelota y careció de profundidad ante un equipo corredor y entusiasta como Japón. En es parte inicial fueron los nipones los que estuvieron más cerca con sendos remates de Daisuke Matsui, su hombre con mayor clase.
En el inicio del complemento Holanda encontró el gol y a partir de ahí empezó a jugar con mayor tranquilidad y precisión, dos marcas distintivas de la histórica escuela de los Países Bajos. Cuando iban siete minutos, Wesley Sneijder capturó un rebote a la salida del área y con un violento derechazo superó la endeble resistencia del arquero asiático.
Luego, con los ingresos del moreno Eljero Elia y del veloz Ibrahim Afellay, Holanda tuvo tres ocasiones para liquidar el partido, pero falló en la definición y casi pena con el empate en la última jugada, cuando Shinji Okazaki remató sobre el travesaño, un mano a mano, con el tiempo cumplido.
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