Vélez y Boca, entre un empate épico y el récord de Palermo
Fue 4-4, en Liniers. El Fortín ganaba con tanto de Zapata (PT 12m), pero el Xeneize pasó al frente con goles de Monzón (PT 36m), el Loco (PT 38m), que alcanzó la marca de Cherro, y Gaitán (ST 11m). Sin embargo, el local se agrandó y lo dio vuelta por intermedio de Silva (ST 17m y 37m) y Martínez (ST 29m). Pero sobre el final, emparejó Medel (ST 43m). Ah, Montoya la había atajado un penal a Palermo.
¿Se puede hacer cuatro goles y no ganar? ¿Entran en 90 minutos ocho goles, un penal y un récord? Para Vélez y Boca todo eso fue posible esta noche en Liniers. Terminaron 4-4 en un desarrollo vibrante en el que virtudes y falencias se combinaron de forma tal que desembocaron en una marea de goles y emociones. Y con una frutilla para la estadística.En el primer tiempo, ambos conjuntos tuvieron sus momentos favorables, el local cuando la pelota pasó por los pies de Maximiliano Moralez y la visita cuando se iluminó Juan Román Riquelme, que fue poco pero determinante. En el inicio, si bien el Fortín controlaba el balón y buscaba golpear por los costados con los avances de Nicolás Cabrera y Víctor Zapata, más la aparición siempre libre y movediza de Moralez, fueron los de Abel Alves los que llegaron con mayor claridad, como con un cabezazo de Nicolás Gaitán que sacó Germán Montoya. Sin embargo, a los 12 minutos, los de Ricardo Gareca golpearon mediante el juego aéreo: Nicolás Cabrera ejecutó un tiro libre desde la izquierda y Zapata cabeceó alto y a la derecha de Javier García para poner en ventaja al dueño de casa.De a poco, Boca comenzó a buscar más a Riquelme como eje de su juego. Y a merodear el arco de Montoya. Como a los 25, cuando Néstor Pittana cobró un dudoso penal de Pablo Lima sobre Nicolás Gaitán. Parecía que Martín Palermo iba a alcanzar el récord de Roberto Cherro como goleador histórico xeneize, pero ejecutó el tiro muy al medio y se lo tapó el arquero. Pero los de La Ribera siguieron intentando y, a los 36, Luciano Monzón se fue por la izquierda, Sebastián Domínguez rechazó muy mal y se la entregó para que anotara desde un ángulo cerrado. En unos instantes de máxima emoción, Santiago Silva casi hace pasar a Vélez al frente con un cabezazo desviado y, a los 38, Riquelme habilitó a Palermo desde la izquierda y el Loco se tomó revancha ante Montoya y alcanzó la historia con 218 gritos en Boca.El complemento también arrancó para el infarto. Con un local netamente volcado al ataque, Silva desperdició un cabezazo que pegó en el travesaño y otra gran jugada que terminó con un disparo desviado. Aunque a los 11 la contundencia apareció en el otro arco, cuando Gaitán entró por izquierda y anotó el tercero.Lejos de dar por terminado el pleito, Vélez se propuso ir con todo ante el evidente conformismo de su rival. García se agrandó ante Silva y Rodrigo López, en un bajo nivel, intentó por izquierda pero metió un centro que diluyó una buena jugada. Hasta que a los 17, Moralez mandó un tiro libre pasado desde la izquierda, la metieron con un cabezazo y Silva descontó desde el área chica. El gol no hizo reaccionar a la visita, que perdió a Palermo por una contractura en el glúteo izquierdo y continuó totalmente errante en el campo de juego y entregado a una eventual igualdad. García se lo tapó a López y Silva desperdició otro cabezazo. Y a los 29, cuando se encendió Moralez, otra vez se infló la red: el Enano pasó por la izquierda en una enorme jugada y asistió al ingresado Juan Manuel Martínez para lograr el empate. A los 39, la alegría del local fue completa: pelotazo para Silva y el uruguayo que define bajo y a la red mano a mano con el arquero. Partidazo.Aunque aún faltaba un capítulo más en este encuentro para el recuerdo. Por primera vez en el trámite, Vélez pretendió sacar el pie del acelerador y cuidar la ventaja, pero a los 43 Monzón entró por izquierda, tapó Montoya y en el rebote Gary Medel anotó el cuarto. Octava y última bola de la noche.El final llegó así con una mezcla de sensaciones. ¿Quién había ganado y perdido más con el empate, Vélez o Boca? Difícil de responder. El ganador absoluto, con total seguridad, había sido el fútbol.
Fue 4-4, en Liniers. El Fortín ganaba con tanto de Zapata (PT 12m), pero el Xeneize pasó al frente con goles de Monzón (PT 36m), el Loco (PT 38m), que alcanzó la marca de Cherro, y Gaitán (ST 11m). Sin embargo, el local se agrandó y lo dio vuelta por intermedio de Silva (ST 17m y 37m) y Martínez (ST 29m). Pero sobre el final, emparejó Medel (ST 43m). Ah, Montoya la había atajado un penal a Palermo.
¿Se puede hacer cuatro goles y no ganar? ¿Entran en 90 minutos ocho goles, un penal y un récord? Para Vélez y Boca todo eso fue posible esta noche en Liniers. Terminaron 4-4 en un desarrollo vibrante en el que virtudes y falencias se combinaron de forma tal que desembocaron en una marea de goles y emociones. Y con una frutilla para la estadística.En el primer tiempo, ambos conjuntos tuvieron sus momentos favorables, el local cuando la pelota pasó por los pies de Maximiliano Moralez y la visita cuando se iluminó Juan Román Riquelme, que fue poco pero determinante. En el inicio, si bien el Fortín controlaba el balón y buscaba golpear por los costados con los avances de Nicolás Cabrera y Víctor Zapata, más la aparición siempre libre y movediza de Moralez, fueron los de Abel Alves los que llegaron con mayor claridad, como con un cabezazo de Nicolás Gaitán que sacó Germán Montoya. Sin embargo, a los 12 minutos, los de Ricardo Gareca golpearon mediante el juego aéreo: Nicolás Cabrera ejecutó un tiro libre desde la izquierda y Zapata cabeceó alto y a la derecha de Javier García para poner en ventaja al dueño de casa.De a poco, Boca comenzó a buscar más a Riquelme como eje de su juego. Y a merodear el arco de Montoya. Como a los 25, cuando Néstor Pittana cobró un dudoso penal de Pablo Lima sobre Nicolás Gaitán. Parecía que Martín Palermo iba a alcanzar el récord de Roberto Cherro como goleador histórico xeneize, pero ejecutó el tiro muy al medio y se lo tapó el arquero. Pero los de La Ribera siguieron intentando y, a los 36, Luciano Monzón se fue por la izquierda, Sebastián Domínguez rechazó muy mal y se la entregó para que anotara desde un ángulo cerrado. En unos instantes de máxima emoción, Santiago Silva casi hace pasar a Vélez al frente con un cabezazo desviado y, a los 38, Riquelme habilitó a Palermo desde la izquierda y el Loco se tomó revancha ante Montoya y alcanzó la historia con 218 gritos en Boca.El complemento también arrancó para el infarto. Con un local netamente volcado al ataque, Silva desperdició un cabezazo que pegó en el travesaño y otra gran jugada que terminó con un disparo desviado. Aunque a los 11 la contundencia apareció en el otro arco, cuando Gaitán entró por izquierda y anotó el tercero.Lejos de dar por terminado el pleito, Vélez se propuso ir con todo ante el evidente conformismo de su rival. García se agrandó ante Silva y Rodrigo López, en un bajo nivel, intentó por izquierda pero metió un centro que diluyó una buena jugada. Hasta que a los 17, Moralez mandó un tiro libre pasado desde la izquierda, la metieron con un cabezazo y Silva descontó desde el área chica. El gol no hizo reaccionar a la visita, que perdió a Palermo por una contractura en el glúteo izquierdo y continuó totalmente errante en el campo de juego y entregado a una eventual igualdad. García se lo tapó a López y Silva desperdició otro cabezazo. Y a los 29, cuando se encendió Moralez, otra vez se infló la red: el Enano pasó por la izquierda en una enorme jugada y asistió al ingresado Juan Manuel Martínez para lograr el empate. A los 39, la alegría del local fue completa: pelotazo para Silva y el uruguayo que define bajo y a la red mano a mano con el arquero. Partidazo.Aunque aún faltaba un capítulo más en este encuentro para el recuerdo. Por primera vez en el trámite, Vélez pretendió sacar el pie del acelerador y cuidar la ventaja, pero a los 43 Monzón entró por izquierda, tapó Montoya y en el rebote Gary Medel anotó el cuarto. Octava y última bola de la noche.El final llegó así con una mezcla de sensaciones. ¿Quién había ganado y perdido más con el empate, Vélez o Boca? Difícil de responder. El ganador absoluto, con total seguridad, había sido el fútbol.
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