GIMNASIA 0 - NEWELL´S 2

Yo NOB me bajo

Impresionante lo de Newell´s, que se recuperó de la derrota contra Arsenal y superó a Gimnasia en La Plata: 2-0 con goles de Formica y del gran Boghossian. Ahora está obligado a ganarle a San Lorenzo y esperar que Banfield no le gane a Boca para forzar un desempate o ser campeón. El Lobo quedó en descenso directo.


Las dudas que se habían generado por la derrota frente a Arsenal duraron apenas 17 minutos de juego en La Plata. El golpe había sido duro, perder en casa no estaba en los planes de ningún Leproso, pero ya no había tiempo de lamentos, era el momento de reivindicar lo hecho a lo largo del torneo. Por eso fue importantísimo haber sacado ventaja apenas pasado los quince iniciales.


A la salida de un tiro libre indirecto, tras el toque de Bernardi, la barrera se quedó clavada y Formica aprovechó para ubicarla arriba. Gastón Sessa rozó el balón pero no pudo sacarla. Y si el primero trajo tranquilidad, el segundo antes de finalizar la primera parte fue el alivio total. Boghossian recibió en el área, enganchó y su remate salió débil al medio, pero el Gato imaginó un remate cruzado y la pelota se le metió entre las piernas.


El partido se terminó al tiempo que el uruguayo festejaba su undécimo gol en el certamen. Primero porque Newell´s se conformó con la diferencia y después, porque el Lobo no tuvo respuestas para contrarrestar a uno de los mejores equipos del campeonato. Encima los locales sufrieron la cuarta derrota consecutiva (segunda desde que está Pablo Fernández) que lo deja en zona de descenso directo, con peor promedio que el recién ascendido Atlético de Tucumán. La única mala para los rosarinos es la salida de Schiavi en el entretiempo, aunque sólo sería por precaución.


El equipo de Sensini llega a la última fecha de un campeonato, que no lo tenía entre los candidatos al comenzar, con chances concretas de ser campeón y soñando, por qué no. A esta historia sólo le queda un capítulo, con San Lorenzo: el equipo rosarino (a dos puntos del líder) está obligado a ganar y a esperar una mano de Boca, que le empate de local a Banfield (así habría desempate) o le gane para ser directamente campeón.