Tiren, tiren, Papelito
Banfield le ganó de visitante a San Lorenzo después de 13 años con un bombazo de Sebastián Fernández, que recibió un pase magistral de Erviti. El equipo de Falcioni alcanzó a Newell´s en la punta y el de Simeone quedó a seis, otro duro golpe después de la eliminación en la Sudamericana.
Era un partido de ésos que el punto no le servía mucho a ninguno de los dos, porque el triunfo de Newell's ante River los obligaba a sumar de a tres para seguir prendidos. Banfield, que hacía 13 años que no le ganaba al Ciclón de visitante, venía con el mote de invicto y con una dupla de uruguayos que, además de efectivos, ya son los dueños de los mejores festejos del Apertura. Con sus goles (16 de los 17 del Taladro fueron convertidos por Silva, Fernández y James Rodríguez), el Taladro sigue ilusionado con el título, algo que parecía impensado antes de la llegada de Falcioni, Tiene todo para soñar: es un equipo compacto, ordenado y efectivo y si le das un espacio, generalmente lo convierte en gol.San Lorenzo había recibido un duro golpe en la semana ante el River uruguayo, que a pesar de haber perdido en Montevideo, ganó en el Nuevo Gasómetro y los dejó a Simeone y los suyos sin sueño copero en la definición por penales. Esos golpes generalmente se sienten, porque antes de esa derrota había un clima triunfalista en Boedo. Con esa frustración, ganar era vital para no perderles el tren a los punteros y el zapatazo de Sebastián Fernández lo dejó a seis del Taladro y Newell's, muy lejos si se tiene en cuenta la regularidad con la que los rosarinos y los del Sur están sumando en este campeonato. El partido fue intenso, casi de ida y vuelta, pero sin tantas situaciones claras. San Lorenzo lo tuvo primero con una apilada del Kily González, que dejó solo a Menseguez, pero que nada pudo hacer ante la rápida salida de Lucchetti, otra vez una de las figuras. Sobre todo por el bombazo que le tapó sobre el final también a Menseguez, cuando ya se jugaba tiempo de descuento. El Taladro apenas había avisado con un tiro cruzado de James que se fue apenitas arriba del travesaño, pero tampoco generó muchas situaciones como para poner más nervioso de lo habitual a Migliore.Y las cosas quedaron dadas como para el clásico 'hace el gol gana'. Y apareció Erviti, con toda su magia, para después de recibir, dejar solito a Fernández sobre el sector izquierdo. El uruguayo picó, encaró hacia el área con pelota dominada y sacó un derechazo terrible que pegó en el travesaño y se coló pese al esfuerzo del arquero Cuervo. Banfield suma y sueña. Está invicto y tiene a gol. Está arriba disfrutando de la frescura de los extranjeros, que sin presiones son un espectáculo. Por los goles y por la manera de festejarlos, marca registrada de un equipo que se anima a dar pelea hasta el final.
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