Arsenal aprovechó la sequía de Quilmes y quedó como escolta
El elenco dirigido por Gustavo Alfaro se impuso por 1-0 sobre el Cervecero como visitante y está a dos unidades del líder Estudiantes. El paraguayo Pablo Aguilar (ST 38m) hizo el único tanto del primer encuentro de la novena fecha. Los de Tocalli merecieron ganar, pero no fueron contundentes y siguen sin victorias en el certamen.
Arsenal derrotó por 1-0 como visitante a Quilmes en el Centenario y logró ubicarse a dos unidades de Estudiantes, el único líder del Torneo Apertura. En el duelo que abrió la novena fecha, el conjunto de Sarandí fue levemente superado por su rival pero encontró la victoria con un cabezazo de Pablo Aguilar, a siete minutos del final. Por su parte, el Cervecero es el único equipo que aún no pudo ganar y su técnico Hugo Tocalli camina por una cornisa muy peligrosa.
La batalla de la presión en el mediocampo arrancó desde el pitazo inicial de Pablo Lunati. Ambos protagonistas invirtieron más energía en ensuciar el juego rival que en definir cómo atacar. En un contexto signado por la mediocridad, Quilmes tuvo una leve superioridad en las pelotas divididas e inquietó más que el Arse, que no consiguió explotar la habilidad de Luciano Leguizamón.
El despliegue del chileno Aránguiz, el criterio de Enzo Kalinski, la velocidad de Diego Torres y el oficio de Juan José Morales fueron los principales atributos que Quilmes esgrimió para reclamar la ventaja. La chance más clara llegó a los 15, cuando Aránguiz estrelló la pelota en el travesaño. En tanto, Leandro Gioda estuvo cerca de festejar con un par de cabezazos. Por su parte, Arsenal se sintió incómodo porque resignó firmeza en el medio y sus delanteros quedaron muy aislados.
La sana ambición de Quilmes se mantuvo tras el entretiempo. Y en 10 minutos, el elenco local creó dos nuevas oportunidades concretas para marcar. Primero se lo perdió Santiago Raymonda, luego de un buen centro de Torres desde la derecha. Luego, la impotencia de apoderó de Pablo Fontanini, después de que Campestrini se luciera y le frustrara el grito. Las limitaciones del Cervecero son evidentes y por eso su esfuerzo valía doble.
A los 16 minutos, Tocalli optó por reconfigurar el ataque y mandó a la cancha a Gustavo Varela y Miguel Angel Caneo por Raymonda y Torres. El objetivo era lastimar con mayor frescura, pero el ímpetu de Quilmes se desaceleró paulatinamente. Los hinchas del Cervecero recién volvieron a sobresaltarse a los 33, cuando Varela dilapidó otra oportunidad para celebrar. En tanto, Alfaro seguía enojado con su tibio Arsenal, aunque el empate ya tenía sabor dulce a esa altura.
Sin embargo, Arsenal se alió con el oportunismo y le dio una lección de contundencia a su rival. A los 38, el paraguayo Pablo Aguilar saltó más que todos en un córner desde la izquierda y abrió el marcador de cabeza. Pese a que había merecido perder, el Arse golpeó en el momento justo y quebró una racha de tres partidos sin gritar goles. Todo el desconsuelo se apoderó del Cervecero, que no gana ni cuando tiene argumentos para hacerlo.
El elenco dirigido por Gustavo Alfaro se impuso por 1-0 sobre el Cervecero como visitante y está a dos unidades del líder Estudiantes. El paraguayo Pablo Aguilar (ST 38m) hizo el único tanto del primer encuentro de la novena fecha. Los de Tocalli merecieron ganar, pero no fueron contundentes y siguen sin victorias en el certamen.
Arsenal derrotó por 1-0 como visitante a Quilmes en el Centenario y logró ubicarse a dos unidades de Estudiantes, el único líder del Torneo Apertura. En el duelo que abrió la novena fecha, el conjunto de Sarandí fue levemente superado por su rival pero encontró la victoria con un cabezazo de Pablo Aguilar, a siete minutos del final. Por su parte, el Cervecero es el único equipo que aún no pudo ganar y su técnico Hugo Tocalli camina por una cornisa muy peligrosa.
La batalla de la presión en el mediocampo arrancó desde el pitazo inicial de Pablo Lunati. Ambos protagonistas invirtieron más energía en ensuciar el juego rival que en definir cómo atacar. En un contexto signado por la mediocridad, Quilmes tuvo una leve superioridad en las pelotas divididas e inquietó más que el Arse, que no consiguió explotar la habilidad de Luciano Leguizamón.
El despliegue del chileno Aránguiz, el criterio de Enzo Kalinski, la velocidad de Diego Torres y el oficio de Juan José Morales fueron los principales atributos que Quilmes esgrimió para reclamar la ventaja. La chance más clara llegó a los 15, cuando Aránguiz estrelló la pelota en el travesaño. En tanto, Leandro Gioda estuvo cerca de festejar con un par de cabezazos. Por su parte, Arsenal se sintió incómodo porque resignó firmeza en el medio y sus delanteros quedaron muy aislados.
La sana ambición de Quilmes se mantuvo tras el entretiempo. Y en 10 minutos, el elenco local creó dos nuevas oportunidades concretas para marcar. Primero se lo perdió Santiago Raymonda, luego de un buen centro de Torres desde la derecha. Luego, la impotencia de apoderó de Pablo Fontanini, después de que Campestrini se luciera y le frustrara el grito. Las limitaciones del Cervecero son evidentes y por eso su esfuerzo valía doble.
A los 16 minutos, Tocalli optó por reconfigurar el ataque y mandó a la cancha a Gustavo Varela y Miguel Angel Caneo por Raymonda y Torres. El objetivo era lastimar con mayor frescura, pero el ímpetu de Quilmes se desaceleró paulatinamente. Los hinchas del Cervecero recién volvieron a sobresaltarse a los 33, cuando Varela dilapidó otra oportunidad para celebrar. En tanto, Alfaro seguía enojado con su tibio Arsenal, aunque el empate ya tenía sabor dulce a esa altura.
Sin embargo, Arsenal se alió con el oportunismo y le dio una lección de contundencia a su rival. A los 38, el paraguayo Pablo Aguilar saltó más que todos en un córner desde la izquierda y abrió el marcador de cabeza. Pese a que había merecido perder, el Arse golpeó en el momento justo y quebró una racha de tres partidos sin gritar goles. Todo el desconsuelo se apoderó del Cervecero, que no gana ni cuando tiene argumentos para hacerlo.
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