Colón le asestó otro golpe a Racing en Avellaneda
El Sabalero fue oportunista y se impuso por 2-1 sobre la Academia, que cosechó su tercera derrota consecutiva. Fuertes (PT 4m) y Larrivey (PT 41m) marcaron para el visitante, mientras que Bieler (PT 30m) había conseguido el empate transitorio. El equipo de Russo generó varias situaciones y mereció más, pero no pudo con Pozo.
Racing cayó por 2-1 ante Colón de Santa Fe en el Cilindro de Avellaneda y sufrió su tercera derrota consecutiva en el Torneo Apertura. Si bien debió reponerse a cinco bajas obligadas, entre ellas las de sus creadores Patricio Toranzo y Giovanni Moreno, la Academia no supo aprovechar sus momentos favorables y se consumió en su propio desorden. Toda la alegría fue del Sabalero, que sumó de a tres por primera vez y silenció los rumores sobre el final del ciclo de Antonio Mohamed.
En su cumpleaños número 60, el estadio Juan Domingo Perón fue testigo de un partido que no dio respiro en los primeros 45 minutos. Cuando recién habían pasado cuatro minutos, Racing recibió un golpe que pudo haber sido demoledor. El riojano Mayorga intentó dar un pase hacia atrás pero, involuntariamente, le entregó una brillante asistencia a Esteban Fuertes, que prolongó su paternidad sobre el equipo de Avellaneda.
La Academia sacó a relucir su amor propio y, lejos de atemorizarse, hizo borrón y cuenta nueva para ir en búsqueda del empate. De la mano de un activo Fariña, el anfitrión generó grietas en la defensa santafesina y creó una serie de chances nítidas de gol. A los 7, Pozo contuvo un remate desde lejos de Lluy. Dos minutos después, lo tuvo Martínez de cabeza. En tanto, un fuerte dolor lo obligó a Fariña a retirarse y Miguel Angel Russo optó por Castromán, quien se calzó el traje de conductor e inyectó varias dosis de fútbol. Sus socios fueron José Luis Fernández y Pablo Lugüercio.
Racing atacó con exceso de vértigo y la apuesta por la velocidad le dio réditos. Aunque no hay méritos que valgan ante la falta de contundencia. La situación más insólita se produjo a los 25: Castromán probó con un fuerte remate y ni Bieler ni Lluy pudieron con Pozo. La angustia recién se disipó a los 30, cuando Claudio Bieler aprovechó el rebote de Pozo tras un disparo de Yacob y logró la justa igualdad. Durante todo el periodo inicial, Colón sólo atinó a buscar a sus puntas con pelotazos largos y fue superado. Sin embargo, el Sabalero dio otra clase de oportunismo a los 41. Higuaín encontró un hueco en la zona izquierda de la defensa y halló a Joaquín Larrivey, que se la picó a De Olivera con sutileza.
En el complemento, la Academia arrancó impreciso y Colón se relamió pensando en el tercer gol. A los 17, De Olivera le atajó un remate a Larrivey, que se dio vuelta en soledad en plena área. Castromán empezó a perder la lucidez y el anfitrión se convirtió en un manojo de nervios. El que nunca perdió la calma fue Pozo, siempre veloz para salvar su arco de sus rivales y de sus propios compañeros (Garcé casi hace un gol en contra tras un despeje).
Desde el banco, cada técnico hizo su jugada: Mohamed reemplazó a Fuertes por Damián Díaz y Russo se la jugó (tarde) con Hauche por Mayorga. Con el aval de su gente, Racing decidió tomar riesgos y fue por todo o nada. Pero la pobre elaboración quedó al desnudo ante la ausencia de aquella velocidad del arranque. Los centros de Lluy no encontraron a Bieler y sí a Garcé, los embates de Fernández fueron leves rasguños esporádicos y el esfuerzo de Lugüercio no se tradujo en jugadas útiles.
Racing lo pudo haber empatado con un cabezazo de Yacob, pero en el final caminó por la cornisa y estuvo cerca de sufrir un nuevo golpe. La velocidad de Díaz, que sustituyó a Fuertes, casi estira la diferencia. Fue De Olivera el que bancó a sus compañeros y puso el pecho hasta el final. Una vez más, Racing se fue sin nada y la ilusión de pelear el título empieza a mutar en un vago y lejano recuerdo.
El Sabalero fue oportunista y se impuso por 2-1 sobre la Academia, que cosechó su tercera derrota consecutiva. Fuertes (PT 4m) y Larrivey (PT 41m) marcaron para el visitante, mientras que Bieler (PT 30m) había conseguido el empate transitorio. El equipo de Russo generó varias situaciones y mereció más, pero no pudo con Pozo.
Racing cayó por 2-1 ante Colón de Santa Fe en el Cilindro de Avellaneda y sufrió su tercera derrota consecutiva en el Torneo Apertura. Si bien debió reponerse a cinco bajas obligadas, entre ellas las de sus creadores Patricio Toranzo y Giovanni Moreno, la Academia no supo aprovechar sus momentos favorables y se consumió en su propio desorden. Toda la alegría fue del Sabalero, que sumó de a tres por primera vez y silenció los rumores sobre el final del ciclo de Antonio Mohamed.
En su cumpleaños número 60, el estadio Juan Domingo Perón fue testigo de un partido que no dio respiro en los primeros 45 minutos. Cuando recién habían pasado cuatro minutos, Racing recibió un golpe que pudo haber sido demoledor. El riojano Mayorga intentó dar un pase hacia atrás pero, involuntariamente, le entregó una brillante asistencia a Esteban Fuertes, que prolongó su paternidad sobre el equipo de Avellaneda.
La Academia sacó a relucir su amor propio y, lejos de atemorizarse, hizo borrón y cuenta nueva para ir en búsqueda del empate. De la mano de un activo Fariña, el anfitrión generó grietas en la defensa santafesina y creó una serie de chances nítidas de gol. A los 7, Pozo contuvo un remate desde lejos de Lluy. Dos minutos después, lo tuvo Martínez de cabeza. En tanto, un fuerte dolor lo obligó a Fariña a retirarse y Miguel Angel Russo optó por Castromán, quien se calzó el traje de conductor e inyectó varias dosis de fútbol. Sus socios fueron José Luis Fernández y Pablo Lugüercio.
Racing atacó con exceso de vértigo y la apuesta por la velocidad le dio réditos. Aunque no hay méritos que valgan ante la falta de contundencia. La situación más insólita se produjo a los 25: Castromán probó con un fuerte remate y ni Bieler ni Lluy pudieron con Pozo. La angustia recién se disipó a los 30, cuando Claudio Bieler aprovechó el rebote de Pozo tras un disparo de Yacob y logró la justa igualdad. Durante todo el periodo inicial, Colón sólo atinó a buscar a sus puntas con pelotazos largos y fue superado. Sin embargo, el Sabalero dio otra clase de oportunismo a los 41. Higuaín encontró un hueco en la zona izquierda de la defensa y halló a Joaquín Larrivey, que se la picó a De Olivera con sutileza.
En el complemento, la Academia arrancó impreciso y Colón se relamió pensando en el tercer gol. A los 17, De Olivera le atajó un remate a Larrivey, que se dio vuelta en soledad en plena área. Castromán empezó a perder la lucidez y el anfitrión se convirtió en un manojo de nervios. El que nunca perdió la calma fue Pozo, siempre veloz para salvar su arco de sus rivales y de sus propios compañeros (Garcé casi hace un gol en contra tras un despeje).
Desde el banco, cada técnico hizo su jugada: Mohamed reemplazó a Fuertes por Damián Díaz y Russo se la jugó (tarde) con Hauche por Mayorga. Con el aval de su gente, Racing decidió tomar riesgos y fue por todo o nada. Pero la pobre elaboración quedó al desnudo ante la ausencia de aquella velocidad del arranque. Los centros de Lluy no encontraron a Bieler y sí a Garcé, los embates de Fernández fueron leves rasguños esporádicos y el esfuerzo de Lugüercio no se tradujo en jugadas útiles.
Racing lo pudo haber empatado con un cabezazo de Yacob, pero en el final caminó por la cornisa y estuvo cerca de sufrir un nuevo golpe. La velocidad de Díaz, que sustituyó a Fuertes, casi estira la diferencia. Fue De Olivera el que bancó a sus compañeros y puso el pecho hasta el final. Una vez más, Racing se fue sin nada y la ilusión de pelear el título empieza a mutar en un vago y lejano recuerdo.
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