Atlético y Arsenal empataron en Tucumán
El de Sarandí abrió la cuenta a través de Luciano Leguizamón (PT 19m), pero el Decano, que ya perdió la categoría, consiguió la definitiva igualdad 1-1 con un tanto de Juan Pablo Pereyra (ST 8m).
Esta tarde en Tucumán se jugó un partido con un fuerte sabor a despedida. Lo fue para Atlético, cuya gente vio a su equipo por última vez en Primera División, puesto que en la última jornada visitará a Gimnasia y luego deberá abocarse al Torneo Nacional. Y también para Arsenal, que quiere dejar atrás rápido un ciclo muy opaco y se ilusiona con el regreso de Gustavo Alfaro, anunciado para la segunda mitad del año. Y el 1-1 estuvo bien. El conjunto que hoy orientó Carlos Ruiz encontró la ventaja cuando pocos méritos había reunido y la gente local empujó a su equipo a llevarse parte del premio, como lo consiguió en el complemento. En el inicio, Juan Martínez se postuló como el más desequilibrante del desarrollo por el sector izquierdo, pero en una de sus incursiones se topó con Cristian Campestrini y en la otra definió afuera. Y a los 19, en su primera llegada seria, Luciano Leguizamón se mandó una jugada para el recuerdo frente a los estáticos defensores locales: los mareó, pasó entre todos y remató bajo ante la salida de Esteban Dei Rossi. El golpe caló hondo en los ánimos del Decano, que cayó en la intrascendencia en el mediocampo y los últimos metros como si no pudiera digerir la desventaja, Pero en el complemento los de Mario Gómez salieron más adelantados y, con el empuje de los hinchas, forzaron la igualdad. Primero, obligaron a Pablo Lunati a ignorar una mano en el área de Darío Espínola, y a los ocho, Sebastián Longo envió un córner desde la derecha y Juan Pablo Pereyra anticipó en el primer palo para anotar la igualdad. El tanto hizo reaccionar tibiamente a la visita, que amenazó con intentos de Mauro Obolo y Leguizamón.Pero después, Atlético se despertó de nuevo, demostró que no claudicaría tan fácil y obligó al esfuerzo a Campestrini con un cabezazo de Pereyra y avisó con un disparo de Santiago Alonso, sin puntería. El final llegó sin embargo con cierto conformismo de ambos bandos. Al fin y al cabo, más allá de los noventa minutos, tanto Atlético como Arsenal tienen derecho a estar pensado ya en otra cosa.
El de Sarandí abrió la cuenta a través de Luciano Leguizamón (PT 19m), pero el Decano, que ya perdió la categoría, consiguió la definitiva igualdad 1-1 con un tanto de Juan Pablo Pereyra (ST 8m).
Esta tarde en Tucumán se jugó un partido con un fuerte sabor a despedida. Lo fue para Atlético, cuya gente vio a su equipo por última vez en Primera División, puesto que en la última jornada visitará a Gimnasia y luego deberá abocarse al Torneo Nacional. Y también para Arsenal, que quiere dejar atrás rápido un ciclo muy opaco y se ilusiona con el regreso de Gustavo Alfaro, anunciado para la segunda mitad del año. Y el 1-1 estuvo bien. El conjunto que hoy orientó Carlos Ruiz encontró la ventaja cuando pocos méritos había reunido y la gente local empujó a su equipo a llevarse parte del premio, como lo consiguió en el complemento. En el inicio, Juan Martínez se postuló como el más desequilibrante del desarrollo por el sector izquierdo, pero en una de sus incursiones se topó con Cristian Campestrini y en la otra definió afuera. Y a los 19, en su primera llegada seria, Luciano Leguizamón se mandó una jugada para el recuerdo frente a los estáticos defensores locales: los mareó, pasó entre todos y remató bajo ante la salida de Esteban Dei Rossi. El golpe caló hondo en los ánimos del Decano, que cayó en la intrascendencia en el mediocampo y los últimos metros como si no pudiera digerir la desventaja, Pero en el complemento los de Mario Gómez salieron más adelantados y, con el empuje de los hinchas, forzaron la igualdad. Primero, obligaron a Pablo Lunati a ignorar una mano en el área de Darío Espínola, y a los ocho, Sebastián Longo envió un córner desde la derecha y Juan Pablo Pereyra anticipó en el primer palo para anotar la igualdad. El tanto hizo reaccionar tibiamente a la visita, que amenazó con intentos de Mauro Obolo y Leguizamón.Pero después, Atlético se despertó de nuevo, demostró que no claudicaría tan fácil y obligó al esfuerzo a Campestrini con un cabezazo de Pereyra y avisó con un disparo de Santiago Alonso, sin puntería. El final llegó sin embargo con cierto conformismo de ambos bandos. Al fin y al cabo, más allá de los noventa minutos, tanto Atlético como Arsenal tienen derecho a estar pensado ya en otra cosa.
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