La Selección no tuvo problemas para golear a Haití
El equipo doméstico de Maradona fue mucho más que su modesto rival y se impuso por 4-0. Facundo Bertoglio (PT 33m y ST 10m), Martín Palermo (PT 43m) y Sebastián Blanco (ST 5m) marcaron los goles.
De cuánto le pueden servir este tipo de pruebas a Diego Maradona, sólo él lo sabe. Lo cierto es que la Selección local jugó su último amistoso previo al Mundial y superó sin despeinarse a un equipo que justamente no puede despeinar a nadie, Haití. Fue 4-0 en Cutral Có. Maradona afirmó antes del juego, con el cassette, que todos los convocados se jugaban su boleto a Sudáfrica, pero lo cierto que los apuntados eran Diego Pozo, Juan Mercier y Martín Palermo. El primero no atajó ni una sola pelota, el segundo cumplió en el mediocampo y el goleador de Boca aportó lo suyo, el gol. Desde el arranque quedaron evidenciadas las limitaciones de los centroamericanos, quienes al mover del medio tardaron menos de tres segundos en tirar la pelota al lateral. Era una señal de todas las dificultades que tenían para hilvanar tres pases consecutivos. Con esas ventajas, el equipo de Diego fue amo y señor del partido y si tardó más de media hora en abrirlo fue porque hasta ahí careció de claridad en los últimos metros. Tras varios intentos infructuosos, Richard se durmió en la salida, Bertoglio le robó el balón y se fue mano a mano contra el arquero, para marcar el primero con un toque suave y bajo, a la derecha del arquero. Iban 33 minutos. Antes del cierre de la primera mitad, se senteció el partido. Esta vez fue Martín Palermo quien con un violento cabezazo le puso el moño a la mejor jugada colectiva de Argentina. Toque de Mercier, pase delicioso de Toranzo para Garcé y centro del Chino en busca del goleador. En el segundo tiempo, la Selección convirtió dos goles más antes de los diez minutos. A los 5, Sebastián Blanco tiró un centro con la pierna izquierda a la salida de un corner y la pelota se metió contra el segundo palo ante la atónita mirada del arquero. En el ataque siguiente, volvió a festejar Bertoglio, quien definió a media altura tras una buena jugada preparada, que lo encontró solo tras un tiro libre. De ahí en más, Maradona le dio el gusto sus dirigidos y con una infinidad de cambios les dio minutos a todos. Así, el andamiaje se resintió un poco y no se llegó con la misma claridad que antes, pero poco importó porque la historia ya estaba definida con goleada a favor. Fue una despedida con sonrisas para el combinado local, claro ante un rival que fue poco menos que una lágrima.
El equipo doméstico de Maradona fue mucho más que su modesto rival y se impuso por 4-0. Facundo Bertoglio (PT 33m y ST 10m), Martín Palermo (PT 43m) y Sebastián Blanco (ST 5m) marcaron los goles.
De cuánto le pueden servir este tipo de pruebas a Diego Maradona, sólo él lo sabe. Lo cierto es que la Selección local jugó su último amistoso previo al Mundial y superó sin despeinarse a un equipo que justamente no puede despeinar a nadie, Haití. Fue 4-0 en Cutral Có. Maradona afirmó antes del juego, con el cassette, que todos los convocados se jugaban su boleto a Sudáfrica, pero lo cierto que los apuntados eran Diego Pozo, Juan Mercier y Martín Palermo. El primero no atajó ni una sola pelota, el segundo cumplió en el mediocampo y el goleador de Boca aportó lo suyo, el gol. Desde el arranque quedaron evidenciadas las limitaciones de los centroamericanos, quienes al mover del medio tardaron menos de tres segundos en tirar la pelota al lateral. Era una señal de todas las dificultades que tenían para hilvanar tres pases consecutivos. Con esas ventajas, el equipo de Diego fue amo y señor del partido y si tardó más de media hora en abrirlo fue porque hasta ahí careció de claridad en los últimos metros. Tras varios intentos infructuosos, Richard se durmió en la salida, Bertoglio le robó el balón y se fue mano a mano contra el arquero, para marcar el primero con un toque suave y bajo, a la derecha del arquero. Iban 33 minutos. Antes del cierre de la primera mitad, se senteció el partido. Esta vez fue Martín Palermo quien con un violento cabezazo le puso el moño a la mejor jugada colectiva de Argentina. Toque de Mercier, pase delicioso de Toranzo para Garcé y centro del Chino en busca del goleador. En el segundo tiempo, la Selección convirtió dos goles más antes de los diez minutos. A los 5, Sebastián Blanco tiró un centro con la pierna izquierda a la salida de un corner y la pelota se metió contra el segundo palo ante la atónita mirada del arquero. En el ataque siguiente, volvió a festejar Bertoglio, quien definió a media altura tras una buena jugada preparada, que lo encontró solo tras un tiro libre. De ahí en más, Maradona le dio el gusto sus dirigidos y con una infinidad de cambios les dio minutos a todos. Así, el andamiaje se resintió un poco y no se llegó con la misma claridad que antes, pero poco importó porque la historia ya estaba definida con goleada a favor. Fue una despedida con sonrisas para el combinado local, claro ante un rival que fue poco menos que una lágrima.
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