Tigre sigue en alza y lo padeció Atlético Tucumán
El Matador logró su segundo triunfo al hilo por 3-1 con goles de Fondacaro (PT 21m) y Luna (PT 41m, de penal y ST 33m) al Decano, que descontó a través de Escobar (ST 40m), terminó con diez hombres por la expulsión de Villavicencio, sigue penando por su promedio y sin ganar en el Clausura.
Tigre consolidó este martes su levantada al vencer por 3-1 en Victoria al cada vez más golpeado Atlético, último en los promedios, en la tabla y sin triunfos en el Clausura, en el inicio de la 13° fecha del campeonato. El equipo de Ricardo Caruso Lombardi evidenció durante el desarrollo del primer tiempo un mayor control de pelota en el mediocampo de la mano de Carlos Fondacaro y Ramiro Leone, pero hubo que esperar para verlo llegar con peligrosidad. Es que, en los minutos iniciales, fue el Decano el que pisaba el área contraria en profundidad, con las apariciones de Emanuel Gigliotti y el apoyo de Juan Pablo Pereyra. Daniel Islas debió intervenir en el arranque para despejar un córner olímpico y luego Gigliotti tuvo tres, en dos definió cerca y en una se topó con el arquero, quien luego evitó el grito de Pereyra y el de César Montiglio en la misma jugada. Hasta que, a los 21, en su primera llegada golpeó el Matador. Fondacaro recibió un centro desde la izquierda en las narices de Lucas Ischuk, se acomodó y lo fusiló con un sablazo a su izquierda. Recién entonces, tras el baldazo de agua fría sobre su adversario, creció el local en los últimos metros. Se lo perdió Martín Morel con un tiro desviado y, a los 40, Javier Páez cruzó imprudentemente a Leone en el área y le cometió penal. Así fue que un minuto más tarde Carlos Luna ejecutó el disparo a la izquierda de Ischuk y encaminó a Tigre hacia una tarde tranquila.Porque el complemento, si fue parejo, se debió a que el local se propuso administrar la ventaja. Quitó el pie del acelerador pero quedó agazapado de cara a la chance que le permitiera liquidar el pleito. Siguió llegando más asiduamente el tucumano, con un cabezazo afuera del ingresado Deivis Barone, una pelota de Fabio Escobar que pegó en Pablo Fontanello y casi descoloca a Islas y dos más del paraguayo que tapó el uno. Pero el Matador, que sólo había respondido con un cabezazo afuera de Fontanello, volvió a hacer gala de su efectividad a los 33, cuando Luna se le escapó por la izquierda a Páez y definió a la red por entre las piernas de Ischuk. Entonces sí estuvo todo dicho. Hubo tiempo para alguna emoción más, pero ya sin el aliciente de poder torcer la historia. A los 40, Pereyra apareció por izquierda, Islas dio rebote hacia el medio y Escobar anotó el descuento. Después, Pereyra estrelló un zapatazo en el palo y, a los 45, Matías Villavicencio le hizo una falta en el área al ingresado Leandro Lázzaro con la pelota fuera de juego y se ganó la expulsión.Eso fue todo. Tras un trámite que dejó en claro que todo para Atlético resulta cuesta arriba, aún cuando produce llegadas o esboza reacciones, Tigre atesoró los tres puntos para seguir su camino. Ese que ya lleva dos triunfos consecutivos y sueña con más.
El Matador logró su segundo triunfo al hilo por 3-1 con goles de Fondacaro (PT 21m) y Luna (PT 41m, de penal y ST 33m) al Decano, que descontó a través de Escobar (ST 40m), terminó con diez hombres por la expulsión de Villavicencio, sigue penando por su promedio y sin ganar en el Clausura.
Tigre consolidó este martes su levantada al vencer por 3-1 en Victoria al cada vez más golpeado Atlético, último en los promedios, en la tabla y sin triunfos en el Clausura, en el inicio de la 13° fecha del campeonato. El equipo de Ricardo Caruso Lombardi evidenció durante el desarrollo del primer tiempo un mayor control de pelota en el mediocampo de la mano de Carlos Fondacaro y Ramiro Leone, pero hubo que esperar para verlo llegar con peligrosidad. Es que, en los minutos iniciales, fue el Decano el que pisaba el área contraria en profundidad, con las apariciones de Emanuel Gigliotti y el apoyo de Juan Pablo Pereyra. Daniel Islas debió intervenir en el arranque para despejar un córner olímpico y luego Gigliotti tuvo tres, en dos definió cerca y en una se topó con el arquero, quien luego evitó el grito de Pereyra y el de César Montiglio en la misma jugada. Hasta que, a los 21, en su primera llegada golpeó el Matador. Fondacaro recibió un centro desde la izquierda en las narices de Lucas Ischuk, se acomodó y lo fusiló con un sablazo a su izquierda. Recién entonces, tras el baldazo de agua fría sobre su adversario, creció el local en los últimos metros. Se lo perdió Martín Morel con un tiro desviado y, a los 40, Javier Páez cruzó imprudentemente a Leone en el área y le cometió penal. Así fue que un minuto más tarde Carlos Luna ejecutó el disparo a la izquierda de Ischuk y encaminó a Tigre hacia una tarde tranquila.Porque el complemento, si fue parejo, se debió a que el local se propuso administrar la ventaja. Quitó el pie del acelerador pero quedó agazapado de cara a la chance que le permitiera liquidar el pleito. Siguió llegando más asiduamente el tucumano, con un cabezazo afuera del ingresado Deivis Barone, una pelota de Fabio Escobar que pegó en Pablo Fontanello y casi descoloca a Islas y dos más del paraguayo que tapó el uno. Pero el Matador, que sólo había respondido con un cabezazo afuera de Fontanello, volvió a hacer gala de su efectividad a los 33, cuando Luna se le escapó por la izquierda a Páez y definió a la red por entre las piernas de Ischuk. Entonces sí estuvo todo dicho. Hubo tiempo para alguna emoción más, pero ya sin el aliciente de poder torcer la historia. A los 40, Pereyra apareció por izquierda, Islas dio rebote hacia el medio y Escobar anotó el descuento. Después, Pereyra estrelló un zapatazo en el palo y, a los 45, Matías Villavicencio le hizo una falta en el área al ingresado Leandro Lázzaro con la pelota fuera de juego y se ganó la expulsión.Eso fue todo. Tras un trámite que dejó en claro que todo para Atlético resulta cuesta arriba, aún cuando produce llegadas o esboza reacciones, Tigre atesoró los tres puntos para seguir su camino. Ese que ya lleva dos triunfos consecutivos y sueña con más.
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