Newell´s se tomó una pequeña revancha ante Banfield
El conjunto leproso, con goles de Núñez y Boghossian, derrotó por 2-1 al Taladro en el Parque de la Independencia y saboreó una especie de venganza luego del atragantado grito del torneo pasado a manos del equipo de Falcioni. Ramírez descontó para la visita, que no pudo llegar a la punta.
Nadie le quitará a la gente de Newell´s aquel mal sabor de boca que le dejó la derrota ante San Lorenzo y la consagración de Banfield en el Apertura. Pese a todo, la sed de revancha estaba instalada en el Parque de la Independencia y los jugadores, sobre todos los locales, lo vivieron así, con mucha intensidad. Finalmente, el elenco rosarino superó por 2-1 al Taladro, lo privó de subirse a la cima del Clausura y se sacó algo de ese grito que tenía atragantado. El conjunto leproso tomó el control de las acciones en el arranque de la primera parte: Sánchez Prette se transformó en el eje y encontró en Achucarro a un buen socio para generar juego por abajo y llegar hasta tres cuartos de cancha. Sin embargo, hasta allí logró avanzar el dueño de casa, porque enfrente estaba la elogiada muralla de la visita, que prefirió esperar en los minutos iniciales y se refugió en su campo. Pero pese a tener la pelota, el equipo rosarino no logró desequilibrar por los costados ni por el centro con Formica, demasiado quejoso y poco explosivo. De esta manera, los muchachos de Sensini comenzaron a probar desde lejos y cuando no encontraron los resultados esperados por esa vía, cayeron en la tentación de buscar por arriba a Boghossian, quien en la única que tuvo cabeceó a las manos de Lucchetti. Newell´s se fue cayendo y Banfield se adelantó algunos metros. Erviti y Battión empezaron a trabar el juego en el medio, mientras que Fernández provocó algunos desequilibrios mediante su movilidad. Sin embargo, al Taladro también le costó mucho progresar en campo contrario y crear oportunidades, sobre todo porque sumó poca gente en ataque. La más clarita la tuvo James Rodríguez con un zurdazo desde 30 metros que el arquero leproso sacó al tiro de esquina de manera espectacular. Otra: un cabezazo defectuoso de Ramírez. A falta de 15 para el cierre de la etapa inicial, los dos se conformaron únicamente con bloquear al rival y no regalar ni un centímetro. Evidentemente, el partido se hizo tedioso, muy aburrido y sumamente trabado, sin jugadas colectivas o maniobras individuales destacadas. A los 36 casi lo abre Achucarro de la nada, pero su sorpresivo derechazo se estrelló contra el travesaño cuando Lucchetti ya no tenía nada que hacer. Banfield modificó esa pasividad en los primeros minutos del complemento y se acercó con peligro al arco local. A los siete, Ramírez avisó con un zurdazo cruzado que pasó cerca y dos más tarde, Rodríguez le quemó las manos a Peratta con un potente zurdazo desde la puerta del área. Pero fue sólo un espejismo, ya que Newell´s volvió a tomar el control a partir de ese momento y Sensini cambió abruptamente las circunstancias al poner en cancha a Núñez. El chaqueño ingresó y con su potencia complicó como nadie a la defensa del Taladro. A los 12, la tiró muy lejos tras un pase de Formica, mientras que a los 15 desaprovechó una asistencia de Boghossian con otro derechazo que se perdió lejísimo. Y finalmente, a los 20, la tercera fue la vencida: recibió de espaldas en el área un pelotazo muy largo, se dio vuelta ante la marca de Víctor López y la clavó en un ángulo ante la salida de Lucchetti. Con el gol, la visita trató de adelantarse algunos metros en campo rival, pero no encontró en Erviti la precisión de otros partidos y tampoco fue James Rodríguez el salvador con alguna escapada. Por su parte, la Lepra aprovechó a los 29 otra equivocación del fondo y puso el 2-0: Barraza salió mal, Núñez la recibió en los pies y dejó absolutamente solo a Boghossian, quien sólo la tuvo que empujar ante la figura del arquero de Banfield. Pero el campeón estaba vivo y a los 31, en la réplica, logró descontar: Fernández envió un picante centro rasante desde la derecha, Peratta dio un largo rebote hacia la medialuna, Rodríguez sacó un tremendo zurdazo con destino de ángulo y Ramírez sólo la peinó para el 1-2. Banfield lo fue a buscar con más ganas que fútbol y aprovechó el temor de Newell´s para meterlo contra su área e inundarlo de centros cruzados. Pero en esa lluvia, la Lepra se sintió impermeable y sacó absolutamente todo con sus tres torres. Llegaron los centros y hasta Lucchetti fue a cabecear, pero la historia ya estaba escrita. Fue la dulce venganza que estaba esperando el dueño de casa. Fue un toque de sabor dulce luego de la amargura que sufrió en el Apertura. De postre: evitó que Banfield llegara a la cima del campeonato.
El conjunto leproso, con goles de Núñez y Boghossian, derrotó por 2-1 al Taladro en el Parque de la Independencia y saboreó una especie de venganza luego del atragantado grito del torneo pasado a manos del equipo de Falcioni. Ramírez descontó para la visita, que no pudo llegar a la punta.
Nadie le quitará a la gente de Newell´s aquel mal sabor de boca que le dejó la derrota ante San Lorenzo y la consagración de Banfield en el Apertura. Pese a todo, la sed de revancha estaba instalada en el Parque de la Independencia y los jugadores, sobre todos los locales, lo vivieron así, con mucha intensidad. Finalmente, el elenco rosarino superó por 2-1 al Taladro, lo privó de subirse a la cima del Clausura y se sacó algo de ese grito que tenía atragantado. El conjunto leproso tomó el control de las acciones en el arranque de la primera parte: Sánchez Prette se transformó en el eje y encontró en Achucarro a un buen socio para generar juego por abajo y llegar hasta tres cuartos de cancha. Sin embargo, hasta allí logró avanzar el dueño de casa, porque enfrente estaba la elogiada muralla de la visita, que prefirió esperar en los minutos iniciales y se refugió en su campo. Pero pese a tener la pelota, el equipo rosarino no logró desequilibrar por los costados ni por el centro con Formica, demasiado quejoso y poco explosivo. De esta manera, los muchachos de Sensini comenzaron a probar desde lejos y cuando no encontraron los resultados esperados por esa vía, cayeron en la tentación de buscar por arriba a Boghossian, quien en la única que tuvo cabeceó a las manos de Lucchetti. Newell´s se fue cayendo y Banfield se adelantó algunos metros. Erviti y Battión empezaron a trabar el juego en el medio, mientras que Fernández provocó algunos desequilibrios mediante su movilidad. Sin embargo, al Taladro también le costó mucho progresar en campo contrario y crear oportunidades, sobre todo porque sumó poca gente en ataque. La más clarita la tuvo James Rodríguez con un zurdazo desde 30 metros que el arquero leproso sacó al tiro de esquina de manera espectacular. Otra: un cabezazo defectuoso de Ramírez. A falta de 15 para el cierre de la etapa inicial, los dos se conformaron únicamente con bloquear al rival y no regalar ni un centímetro. Evidentemente, el partido se hizo tedioso, muy aburrido y sumamente trabado, sin jugadas colectivas o maniobras individuales destacadas. A los 36 casi lo abre Achucarro de la nada, pero su sorpresivo derechazo se estrelló contra el travesaño cuando Lucchetti ya no tenía nada que hacer. Banfield modificó esa pasividad en los primeros minutos del complemento y se acercó con peligro al arco local. A los siete, Ramírez avisó con un zurdazo cruzado que pasó cerca y dos más tarde, Rodríguez le quemó las manos a Peratta con un potente zurdazo desde la puerta del área. Pero fue sólo un espejismo, ya que Newell´s volvió a tomar el control a partir de ese momento y Sensini cambió abruptamente las circunstancias al poner en cancha a Núñez. El chaqueño ingresó y con su potencia complicó como nadie a la defensa del Taladro. A los 12, la tiró muy lejos tras un pase de Formica, mientras que a los 15 desaprovechó una asistencia de Boghossian con otro derechazo que se perdió lejísimo. Y finalmente, a los 20, la tercera fue la vencida: recibió de espaldas en el área un pelotazo muy largo, se dio vuelta ante la marca de Víctor López y la clavó en un ángulo ante la salida de Lucchetti. Con el gol, la visita trató de adelantarse algunos metros en campo rival, pero no encontró en Erviti la precisión de otros partidos y tampoco fue James Rodríguez el salvador con alguna escapada. Por su parte, la Lepra aprovechó a los 29 otra equivocación del fondo y puso el 2-0: Barraza salió mal, Núñez la recibió en los pies y dejó absolutamente solo a Boghossian, quien sólo la tuvo que empujar ante la figura del arquero de Banfield. Pero el campeón estaba vivo y a los 31, en la réplica, logró descontar: Fernández envió un picante centro rasante desde la derecha, Peratta dio un largo rebote hacia la medialuna, Rodríguez sacó un tremendo zurdazo con destino de ángulo y Ramírez sólo la peinó para el 1-2. Banfield lo fue a buscar con más ganas que fútbol y aprovechó el temor de Newell´s para meterlo contra su área e inundarlo de centros cruzados. Pero en esa lluvia, la Lepra se sintió impermeable y sacó absolutamente todo con sus tres torres. Llegaron los centros y hasta Lucchetti fue a cabecear, pero la historia ya estaba escrita. Fue la dulce venganza que estaba esperando el dueño de casa. Fue un toque de sabor dulce luego de la amargura que sufrió en el Apertura. De postre: evitó que Banfield llegara a la cima del campeonato.
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