Central se conformó con poco y Chacarita le arruinó la fiesta
El Canalla, con el regreso de Figueroa, se había puesto en ventaja con un gol de Zelaya (PT 45m) de palomita y saboreaba su primera victoria, pero el Funebrero logró igualar agónicamente con un cabezazo de López (ST 40m). Los rosarinos siguen afuera de la Promoción, donde aún continúan los de Gamboa.
En un duelo clave en la puja por la permanencia, Rosario Central cosechó un 1-1 con gusto agrio ante el aguerrido Chacarita en el Gigante de Arroyito, en el duelo que puso en marcha la cuarta fecha del Clausura. El equipo de Ariel Cuffaro Russo, que está afuera de todo y le sacó dos puntos a Racing, fue levemente superior pero no lo pudo cristalizar en el marcador, mientras que los de San Martín (aún en Promoción) mostraron entrega y lograron un empate merecido en el final. El cálido y estruendoso recibimiento que le regaló el público de Central al equipo tenía un blanco directo: Luciano Figueroa. Después de casi siete años de su partida, Lucho volvió a ponerse la casaca del Canalla y se ganó todo el afecto. Aquella promesa de volver a casa algún día se cumplió en la tarde de viernes de Arroyito. Desde el inicio, Central decidió tomar las riendas del encuentro y exhibió sus habituales cualidades: presión constante en el mediocampo y juego prolijo por las bandas. La lógica apuesta fue buscar con centros cruzados a Figueroa, que se encargó de atraer todas las marcas en cada envío. A los nueve minutos, el niño mimado estuvo a punto de abrir el marcador al conectar de cabeza un centro de Moya, pero el travesaño impidió el ansiado festejo. El ingreso de Moya en lugar del suspendido Núñez fue muy positivo para el Canalla, ya que el formoseño supo vestirse de conductor y le dejó la banda libre al ecuatoriano Ambrosi. En tanto, Jonathan Gómez desequilibró por derecha gracias a los huecos que dejaba Centurión. Cuando promediaba el primer periodo, el asedio del local disminuyó y entonces se pudieron observar algunos tibios ataques del Funebrero. Un remate desde lejos de Morales que Galíndez desvió al córner fue la única situación de riesgo que generó Chacarita. La etapa inicial estaba a punto de culminar con un panorama agrio para un Central que conservaba la sequía de gol de siempre. Hasta que Gómez logró superar a Crosa por derecha y envió un centro al área para Figueroa. El calvo no pudo conectar la asistencia pero se llevó todas las marcas consigo. Entonces sí: Zelaya (cumplió 100 partidos en el Canalla) apareció solo por detrás y marcó de palomita. Un premio merecido para el esfuerzo del joven equipo rosarino. Como era de esperar, Chacarita se adelantó en el campo y gastó sus energías en búsqueda del empate. En la más clara, Ramírez enganchó por derecha y sacó un remate cruzado que preocupó a la hinchada anfitriona. El doble cinco que componen Frezzotti y Vismara ganó terreno e influencia, mientras que el ingreso del uruguayo Franco por Zarif potenció la propuesta ofensiva de Gamboa. Sin embargo, la falta de ideas atentó contra las ilusiones del visitante.Por su parte, Central aprovechó los espacios y Chitzoff casi pone el segundo, luego de recibir un pase de Figueroa en completa soledad. La entrada de Caraglio por Zelaya le dio más potencia al ataque del Canalla y la flamante sociedad entre Lucho y el Búfalo casi entrega réditos instantáneos. A los 25, Figueroa bajó una pelota y buscó a Caraglio, quien exigió a Cejas con un violento remate desde afuera del área. A falta de 15 minutos para el final, Central perdió consistencia y dejó agrandar a Chacarita. Entonces, el que debió lucirse fue el arquero Galíndez, quien primero tapó un misil que partió de la zurda de Centurión y luego desvió un cabezazo de Vismara a centímetros de la línea de meta. Pero a los 40, llegó el castigo para Central. Lisandro López se escapó de la marca de Paglialunga en un tiro libre que cayó en el área y logró el empate con un cabezazo. En los últimos minutos, ambos equipos fueron por todo o nada y coquetearon con la victoria. Pero ninguno de los dos pudo hacer méritos reales para sumar de a tres. Central mostró más presencia ofensiva pero sigue sin encontrar contundencia. Por su parte, Chacarita exhibió altibajos que compensó con amor propio. Con esos argumentos, a ninguno le alcanzó para festejar.
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