El conjunto millonario se impuso por 3-1 en la definición desde los doce pasos y superó nuevamente a este golpeado Boca, ya sin Basile ni Bianchi. Viatri (PT 31m) abrió el marcador en los noventa minutos, mientras que Bou (ST 7m) decretó el 1-1 decisivo. Se viene el Clausura.
Era la gran oportunidad de Boca de olvidar por al menos unas horas todo lo acontecido (la salida de Basile, las polémicas declaraciones de todos los implicados y la partida de Bianchi que no fue oficializada), pero River volvió a festejar en Mendoza y se adueñó de los clásicos de verano. Fue 1-1 en los noventa y 3-1 para los de Núñez en los penales. Abel Alves paró un equipo diferente en cuanto a nombres e intenciones: el ingreso de Bonilla, un jugador sin chances en la era Basile y que no desentonó frente a jugadores livianitos, el regreso de Ibarra al lateral, el adelantamiento de Medel al mediocampo y la chance para Mouche y Viatri adelante, sin un enganche definido y con un once más combativo para primero aguantar a un Millonario confiado y luego atacar. Y el Xeneize, herido luego del último superclásico, se sintió mucho más cómodo en el primer tiempo. No sufrió tanto en defensa, aunque el conjunto de Astrada tuvo sus oportunidades, y recuperó más en el centro con un Rosada acompañado y protegido. Justamente, la primera de peligro la tuvo el ex Chacarita, con una bola que quedó muerta en el punto del penal tras un córner y que finalmente murió en las manos de Vega luego de un flojo remate. Pero el dueño de la pelota en la etapa inicial fue nuevamente River, que se mostró tranquilo y pausado. Sin embargo, no se mostró tan preciso y desequilibrante en el mano a mano y sufrió para pasar con la pelota al pie a la nutrida muralla xeneize. Ortega y Funes Mori aparecieron por momentos y generaron lo mejor. El juvenil, que pasó por Estados Unidos y Chelsea, le dio de primera a los 18 y obligó a una buena atajada de Abbondanzieri, y ocho más tarde, Abelairas tiró un centro cruzado -en esos envíos tuvo los mayores inconvenientes Boca-, Ortega remató con dificultad y el Pato salvó sobre la línea. Y una más: Juan Manuel Díaz aprovechó un par de rebotes tras un tiro de esquina y le pegó por arriba.
Parecía cerrado o listo para un tanto del Millonario en alguna aparición de sus jóvenes delanteros, pero Boca, que con el correr de los minutos se fue poniendo más áspero y seguro, pegó en el momento justo con sus pibes. Mouche desbordó por la izquierda a los 31 y metió un excelente centro para la cabeza de Viatri, quien no falló de cara a Vega. Sobre el cierre, Funes tuvo el empate con una maniobra individual, pero su disparo se perdió lejos. Todo lo bueno que había construido Boca en la etapa inicial se desmoronó a los siete minutos: Vega sacó desde su arco, Funes la peinó en tres cuartos, Bonilla y Cáceres quedaron mal parados y Bou, luego de acomodarla con la mano, la puso contra el poste derecho de un Abbondanzieri que casi la saca. Golpe duro para el equipo de Alves. Ya con el 1-1 en el marcador, ambos tuvieron serios problemas para manejar la pelota por abajo y tocar con precisión. El encuentro se desarrolló en la mitad de la cancha y los dos se dedicaron más a destruir que a construir. En ese contexto, el Millonario generó un poco más: Ortega preocupó con un disparo desde muy lejos, Abelairas tiró un centro que el Pato atrapó antes de la llegada de Funes y el Burrito volvió a provocar una buena respuesta del uno tras un potente derechazo. Sin mucho juego ni ideas, los dos se quedaron con el 1-1 y la definición del segundo clásico se fue sin escalas a los penales. Para el Millonario anotaron Abelairas, Ludueña y Funes, mientras que Ferrari estrelló su tiro contra el travesaño. En Boca sólo marco Viatri, ya que Vega tapó los remates de Rosada y Colazo. El juvenil Sánchez, en tanto, envió su zurdazo por arriba del travesaño.
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