¿Fueron los tucumanos el rival ideal? A priori representaban una piedra en el botín, un rival al que le caía mejor el empate y que podía especular con que el cero en su arco desatar la desesperación local. En los papeles, los visitantes se cayeron con el primer golpe, sin espíritu que los blindara ante circunstancias desfavorables.Racing fue más que un acto de voluntad. A Juan Barbas habrá que reconocerle la restitución de algunos movimientos en desuso. Ya con Lanús, en especial en el segundo tiempo, y luego con Newell's, sobre todo en defensa, los muchachos elegidos por Barbitas habían expuesto subordinación a determinadas premisas. Y anoche recitaron a placer una lección aprendida en sus detalles.Como pocas veces en este Apertura, Racing asumió el traslado sin zapatos de amianto, se animó a que la pelota corriera de banda a banda, proyectó a los laterales para que recibieran con campo amplio, usó una franja -la izquierda- para aumentar su profundidad y presionó con coordinación. La ubicación de Castromán delante de los tres volantes fue otro acierto, porque el ex Vélez, aun con deuda física y sin la explosión de aquel Vélez 2005, confirmó su influencia en juego y palabra. Les dio indicaciones a sus compañeros, se asumió como guía y bancó más allá de la lengua: aceleró cuando la ocasión lo ameritaba, tuvo el pase exacto y dio apoyo en los recobres. Racing excedió a este solista, porque Lugüercio renovó la devoción de la gente con cabeza y compresión de que el sudor luce más con el soporte de la lucidez. La dupla con Caballero, otro punto alto, fomentó el sueño de un binomio con gol.
Cada quien sabrá !!!
Disfrutando de lo q realmente vale la pena : mis vicios
Hoy más q nunca
Despúes de ver este blog ,
De esto no tengo dudas
Cuando la vida te niega una cosa ... es porque te tiene preparado algo mejor . Lo cual no tengo dudas .
domingo, 1 de noviembre de 2009
RACING 4 - ATL. TUCUMAN 0
¿Fueron los tucumanos el rival ideal? A priori representaban una piedra en el botín, un rival al que le caía mejor el empate y que podía especular con que el cero en su arco desatar la desesperación local. En los papeles, los visitantes se cayeron con el primer golpe, sin espíritu que los blindara ante circunstancias desfavorables.Racing fue más que un acto de voluntad. A Juan Barbas habrá que reconocerle la restitución de algunos movimientos en desuso. Ya con Lanús, en especial en el segundo tiempo, y luego con Newell's, sobre todo en defensa, los muchachos elegidos por Barbitas habían expuesto subordinación a determinadas premisas. Y anoche recitaron a placer una lección aprendida en sus detalles.Como pocas veces en este Apertura, Racing asumió el traslado sin zapatos de amianto, se animó a que la pelota corriera de banda a banda, proyectó a los laterales para que recibieran con campo amplio, usó una franja -la izquierda- para aumentar su profundidad y presionó con coordinación. La ubicación de Castromán delante de los tres volantes fue otro acierto, porque el ex Vélez, aun con deuda física y sin la explosión de aquel Vélez 2005, confirmó su influencia en juego y palabra. Les dio indicaciones a sus compañeros, se asumió como guía y bancó más allá de la lengua: aceleró cuando la ocasión lo ameritaba, tuvo el pase exacto y dio apoyo en los recobres. Racing excedió a este solista, porque Lugüercio renovó la devoción de la gente con cabeza y compresión de que el sudor luce más con el soporte de la lucidez. La dupla con Caballero, otro punto alto, fomentó el sueño de un binomio con gol.
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